La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, inauguró hoy en Palos de la Frontera el jardín botánico 'Dunas del Odiel', el primero de Andalucía especializado en la flora y vegetación del litoral atlántico andaluz, que albergará las cerca de 2.000 especies y subespecies de esta franja costera entre Huelva y Cádiz, marcada especialmente por la influencia marina y en las que destacan una treintena de especies protegidas, junto a plantas mediterráneas, endemismos ibéricos, norteafricanos y locales. 

El nuevo jardín, cuya construcción han contado con una inversión de 1,3 millones de euros y que forma parte del Paraje Natural Lagunas de Palos y Las Madres, abarca una superficie de 6,5 hectáreas y cuenta con un edificio que acoge un área de información y recepción, un aula-taller ambiental, un laboratorio, zona de oficinas y un almacén, según indicó en una nota la Consejería de Medio Ambiente.   

El centro se dedicará a la conservación, divulgación, investigación y educación ambiental del patrimonio vegetal de este espacio litoral y dispone de un recorrido de 1,5 kilómetros dividido en siete áreas que representan diversos los diversos ecosistemas de esta zona, como la vegetación ribereña, el alcornocal, laguna de agua dulce, ambientes costeros, marismas, turberas y cultivos tradicionales. 

Con estas nuevas instalaciones de Huelva, son ya ocho los jardines botánicos en funcionamiento en Andalucía, cuya red contará próximamente con un total de once instalaciones que cubrirán por completo todas las regiones biogeográficas en las que se divide la comunidad autónoma. 

Con las obras ya finalizadas se encuentra el jardín botánico El Aljibe, en Alcalá de los Gazules (Cádiz), y en construcción está el jardín Hoya de Pedraza en Monachil (Granada). En fase de proyecto está el jardín botánico de Nerja (Málaga), que completará la red. 

Cada jardín botánico está especializado en la flora que es propia de su región biogeográfica, trabajando en la conservación de las especies amenazadas, raras o endémicas, pero también fomentando la divulgación e investigación en colaboración con las universidades o sociedades de historia natural de cada provincia. 

En estos jardines se realizan trabajos de conservación como la localización y recogida de especímenes o semillas, con especial atención a aquellas especies amenazadas con el objetivo de garantizar su preservación. También se desarrollan numerosas actividades de educación ambiental, promoviendo visitas de escolares que superan los 10.000 niños cada año, junto a los cerca de 60.000 visitantes que llegan a través del la oferta de uso público de los espacios protegidos.