Diversos testigos presenciales han confirmado a este periódico que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han practicado a lo largo de la semana una ronda de registros en el vehículo de F.J.M.R, principal sospecho del doble crimen de Miguel Ángel Domínguez y su hija en abril de 2013, así como en la vivienda familiar en la calle Cristo en el municipio almonteño.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil estaría así practicando, a instancias de la juez, nuevas diligencias que podrían tener como fin último complementar las pruebas de cargo que ya existen contra el acusado, máxime después de que su penúltima ex pareja sentimental (la última fue Marianela Olmedo, madre de la niña asesinada), declarase ante el juez que en la noche de autos el joven permaneció en el supermercado donde trabajaba hasta las 22:00, lo que le situaría fuera de la escena del crimen.

De momento, la principal prueba de cargo son las tres toallas perfectamente situadas en los dos aseos del inmueble (una de baño y dos de mano) del asesinado. En ellas se encontraron restos biológicos de F.J.M.R que confirmarían que estuvo en la vivienda conyugal de Miguel Ángel, donde el abuelo materno de la menor encontró los cadáveres el lunes, tras comprobar que su nieta no había acudido a la escuela.

La prueba rompe la defensa del joven, quien en su declaración testifical frente a la Guardia Civil sostuvo que no pisaba el piso conyugal de su actual pareja sentimental desde hacia más de tres años, cuando se veía con Marianela Olmedo "a hurtadillas", antes de que ambos oficializasen su relación.

Entre tanto, la defensa ha seguido manteniendo la inocencia del joven y reclamando su excarcelación, al entender que no existe "razones fundadas" para que continúe en prisión, máxime a la luz del testimonio de su anterior ex pareja. El letrado de la defensa, Juan Ángel Rivera, ya apuntó que este testigo corrobora que su cliente se encontraba "fuera del escenario del crimen" en la horas en las que se perpetró el asesinato.

El único imputado por el doble crimen permanece en prisión desde el pasado 24 de junio, catorce meses después de un hecho que conmocionó a Almonte.