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Mejillones gigantes en peligro crítico

  • El Centro Ifapa Agua del Pino de El Rompido acoge desde la pasada semana medio centenar de ejemplares de nacra, un molusco bivalbo de gran tamaño en riesgo de extinción

El Centro Ifapa Agua del Pino de El Rompido (Cartaya), acoge desde la pasada semana medio centenar de ejemplares de nacra (Pinna nobilis) o mejillón gigante, como se conoce popularmente a esta especie por su forma, color y tamaño, con el objeto de preservarla ya que este molusco bivalvo está incluido en el catálogo de especies en peligro de extinción y en situación crítica por mortalidades masivas que los expertos atribuyen al protozooHaplosporidium, el cual afecta el sistema digestivo de las poblaciones presentes en el litoral mediterráneo, exterminándolas.

Los cincuenta ejemplares de mejillón gigante alojados en este centro onubense forman parte de los 215 únicos individuos que los responsables de la iniciativa han logrado rescatar aún sanos del medio natural en el Cabo de Creus (Girona), y que han sido repartidos entre otros cuatro centros de investigación de toda la costa mediterránea: Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina (Imedmar) de la Universidad Católica de Valencia, Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (Irta) de la Generalitat de Catalunya, centro del Instituto Oceanográfico Español en Murcia y L' Oceanogràfic de Valencia.

El proyecto es promovido por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y liderado por el Imedmar de Valencia, y su principal objetivo es disponer de un reservorio genético de nacra que garantice su preservación.

Así, para evitar su total extinción ante la rápida expansión del protozoo que afecta su sistema digestivo y que se está extendiendo rápidamente por todas las costas españolas, ha sido necesario rescatar estos 215 ejemplares sanos del litoral catalán, para posteriormente distribuirlos en estos cinco centros de investigación. En ellos se está trabajando en primer lugar para que los individuos sobrevivan en cautividad, para posteriormente buscar la forma más eficaz de vencer al parásito que la extermina, que según los expertos es por el momento complicado por tratarse de una especie bastante desconocida.

Los ejemplares alojados en el Centro Ifapa Agua del Pino de El Rompido se encuentran actualmente en la nave de cuarentena, donde permanecerán "hasta constatar que efectivamente no se encuentran afectados por el protozoo", según ha indicado a Huelva Información la directora del mismo, María Luisa Cordero, quien ha añadido que "aunque lo importante en estos momentos es su mantenimiento y supervivencia, no se descarta en el futuro realizar experiencias de interés relacionadas con la cría de la especie en cautividad".

La participación en este proyecto supone para el centro onubense un "reto muy importante", según ha subrayado su directora, así como un "salto cualitativo de bastante relevancia" en lo que se refiere a su actividad habitual, al sumarse por primera vez en sus más de treinta años de historia a un proyecto con fines medioambientales. Y es que los más de cien proyectos en los que ha trabajado esta institución en las tres últimas décadas han estado centrados en acuicultura y recursos pesqueros en el litoral suratlántico.

Por todo ello, Cordero ha añadido que el principal objetivo de los investigadores del centro onubense pasa por "mantenerlos vivos en cautividad y en condiciones adecuadas". La directora de Agua del Pino ha señalado finalmente que el interés de esta especie radica en que forma parte de las praderas de fanerógamas marinas como la posidonia oceánica principalmente, así como en que por sí misma constituye todo un ecosistema marino por la gran cantidad de especies que se adhieren a sus grandes conchas o valvas.

La nacra (Pinna nobilis), popularmente conocido como mejillón gigante, es un molusco bivalvo con forma y color muy parecidos al mejillón normal, aunque de un tamaño mucho más grande ya que hay ejemplares que pueden llegar a medir hasta 120 centímetros de un extremo a otro.

Se trata de una especie no comestible que habita exclusivamente en aguas del Mediterráneo, donde es endémica y que puede llegar a vivir hasta treinta años. Su inserción en el lecho marino es vertical y suele habitar en los prados arenosos de posidonia. Posee un penacho piloso denominado biso, con el que se pueden confeccionar tejidos similares a la seda conocidos como seda de mar.

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