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Indignación en el sector de la chirla por la caída del precio tras dos meses de parada

  • La venta media en Punta se quedó en 2,90 euros el kilo

La vuelta a las faenas de pesca para los buques dedicados a la captura de la chirla en el Golfo de Cádiz, no ha sido todo lo positivo que esperaba el sector.

Después de dos meses de parada biológica, armadores y marineros volvieron al caladero en la jornada de ayer con resultados "pésimos". En la lonja de Punta Umbría la marinería esperaba atenta la subasta pública del primer día de venta tras la veda, para comprobar nuevamente como el precio del kilo de chirla apenas superaba los 3 euros en la mayoría de los lotes subastados. La media del precio en lonja se fijaba en torno a los 2,90 euros, con las capturas de la totalidad de la flota a subastadas. A excepción de algunos lotes pequeños con chirla que alcanzaron los 4,50 euros por su tamaño, el precio del resto caía por debajo de los tres euros y algunos muy cerca de los 2 euros.

El panorama en la lonja era de desesperanza para el la marinería. Si bien el "marisco capturado era de buena calidad", el de ayer "no tenía demasiado tamaño, aunque si daba la talla mínima estipulada". Algunos marineros se postulaban por pensar que "el temporal habido durante la Semana Santa ha influido en el tamaño de las capturas, ya que el marisco se esconde en la tierra con el temporal y tardará algunos días en aflorar".

En cualquier caso el temor a la competencia de la chirla italiana en el mercado español, está en la mente de todos. Los armadores no sienten que el producto del Golfo de Cádiz sea competitivo en nuestro mercado frente a "las grandes cantidades de producto italiano que entran en nuestro país", en virtud de la flexibilidad de la regulación da taras del país vecino. Algunos siguen pensando que "la totalidad de la flota no debía haber parado, para alimentar el mercado con nuestros productos" y haber mantenido la mitad de la flota faenando.

La orden de cierre de dos de las zonas de pesca del caladero más cercanas al puerto puntaumbrieño por parte de la Consejería de Agricultura y Pesca, ha sido otro motivo de malestar en el seno del sector. Las embarcaciones han tenido que navegar en su mayoría más de diez millas del puerto base para iniciar sus labores en el mar, un inconveniente más para la rentabilidad de las empresas en vista del alto coste del combustible que consumen a diario. Durante la venta, hubo quien sopesó la idea de "amarrar el barco y que los marineros recurran al paro".

Y es que el mes de abril sólo será el preámbulo de un nuevo mes de parada en mayo, como acordaron el pasado mes de enero el sector y Pesca, si bien el de mayo no será subvencionado por la Junta y los marineros podrán recibir las ayudas del Estado por desempleo. No es así para los armadores que tendrán que asumir el bache de su propio bolsillo y temen que las ayudas que han recibido en estos dos meses de parada, tengan que destinarlo a cubrir el jornal de los marineros en vista de la falta de rentabilidad de sus empresas.

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