sierra de aracena y picos de aroche

La Guardia Civil investiga el vertido de purines a un arroyo del Parque Natural

  • El derrame provoca el cierre de una zona habilitada para el baño en Cortelazor y el vaciado de una pequeña presa

  • La materia fecal proviene de una finca de cerdos

Un grupo de senderistas ha denunciado el vertido de purines (material orgánico procedente de los excrementos y orines del cerdo) que ha llegado al arroyo de La Guijarra, en Cortelazor, en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El Seprona ha abierto un expediente.

El vertido ha afectado al arroyo y la presa del Dundún, donde hay habilitada una zona para el baño en esta época veraniega que ha quedado inutilizada por la presencia en la misma del material orgánico en descomposición.

Los propietarios de la finca tendrán que realizar trabajos de impermeabilización

Debido a la presencia de purines, se ha abierto la compuerta para que pudiera salir el agua y se ha procedido al vaciado del pequeño embalse, por lo que ya no es posible que los vecinos puedan darse un chapuzón para refrescarse del calor. La zona cuenta con un área recreativa y merenderos para el disfrute de los excursionistas.

Senderistas y ecologistas que transitaban por el lugar avisaron al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para denunciar los hechos. Agentes del instituto armado se desplazaron hasta el lugar para elaborar un informe e iniciar una investigación.

Según los denunciantes, el vertido procede de la finca La Coronada, donde se ubica una charca en la que se bañan los cerdos, orinan y realizan sus deposiciones. El estanque no está impermeabilizado, motivo por el que se ha producido el vertido.

Senderistas y ecologistas han denunciado los hechos ante el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche para que tomen las medidas oportunas y sobre todo se evite que vuelva a producirse el vertido.

La presa del Dundún se encontraba la pasada semana con agua y en buen estado y tras el incidente está seca, un extremo que ha confirmado el alcalde de la localidad, Francisco Javier de Pablos, que apunta también a la sequía como causa de la falta de caudal.

Los denunciantes aseguran que el Ayuntamiento de Cortelazor era consciente del vertido de purines y sin embargo no ha presentado ninguna denuncia ni ante el Seprona ni a Medio Ambiente, pero sí ha vaciado el embalse "consciente de lo que había ocurrido".

El regidor asegura que sí había denunciado los hechos y que a partir de ahora los responsables de la finca ganadera y de la charca tendrán que impermeabilizar la misma para evitar que se produzcan las filtraciones.

Los senderistas avistaron el vertido cuando transitaban por el camino real que va de Cortelazor a Hinojales, que transcurre paralelo al arroyo de La Guijarra.

El grupo marchaba por el camino para denuncian la usurpación de las vías públicas. Medio centenar personas realizaron una marcha reivindicativa por la recuperación de caminos reales y vías pecuarias del Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche.

Durante el recorrido, los senderistas sólo pudieron recorrer algunos tramos salteados y no lograron llegar a Hinojales, ya que, según denuncian, la finca de La Coronada, "con el conocimiento y consentimiento de todas las instituciones competentes, incluidas Ayuntamiento y Delegación de Medio Ambiente", tiene usurpados varios caminos reales y la vía pecuaria Cordel de las Buervas en varios tramos. Esta vía discurre desde Barrancos a Sevilla capital y "lleva años en ese lamentable estado". Los senderistas afirman que no solo esta finca tiene el camino usurpado en varios tramos, sino también Los Patios y otras diferentes.

La marcha fue convocada por representantes de la asociación Los Pies en la Tierra e IU y a la misma acudieron numerosas personas de diferentes agrupaciones, grupos senderistas y particulares. El itinerario se inició en el mismo pueblo de Cortelazor y terminó en la ermita de La Coronada.

Los senderistas han vuelto a denunciar "la total impunidad y el consentimiento de las autoridades" ante la usurpación de los propietarios de fincas de los caminos públicos y vías pecuarias a pesar de que constituye un delito penal. Además de la apropiación indebida, mediante valle y cerramiento, también denuncian el abandono de los caminos y su falta de mantenimiento, además de los vertidos incontrolados, la basura y el almacenamiento de residuos, mientras "los responsables políticos se jactan de apelar al desarrollo del turismo de la naturaleza".

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