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Bollullos persigue subirse al tren del regadío con el agua reciclada de la EDAR

  • El Consistorio quiere poner en riego 200 hectáreas en las postrimerías de la depuradora

  • Deja la puerta abierta a incrementar la superficie con la futura ampliación del trasvase

La Estación Depuradora de Aguas Residuales de Bollullos.

La Estación Depuradora de Aguas Residuales de Bollullos. / carlos lópez

El regadío ha demostrado ser el Rey Midas de la agricultura. Gracias a los recursos hídricos se ha obrado el milagro de que crezca un sector primario que sostiene hoy día la economía del Condado. El último municipio que quiere subirse a este tren es Bollullos, que persigue poner en riego 200 hectáreas en las postrimerías de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).

El emplazamiento no es arbitrario, pues el planteamiento de la institución local es que estos terrenos se nutran del agua de riego con el agua no potable de la planta.

Con este objetivo esta misma semana el alcalde, Rubén Rodríguez, y la concejala de Agricultura, Lidia Infante, mantuvieron una reunión con el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, el director general de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico de la Junta, Juan Serrato, y el delegado del Gobierno en Huelva, Francisco José Romero; junto con un grupo de agricultores.

Las aspiraciones del Ayuntamiento van más allá de este primer objetivo y en una nota de prensa dejaba la puerta abierta a la ampliación de las 200 hectáreas, condicionando el riego de la nueva expansión a las posibilidades de una mayor producción de "agua regenerada o de origen superficial de la futura ampliación del trasvase".

Fuentes consultadas por este periódico destacan que esta última opción es del todo inviable. En efecto, aún está por dilucidarse si los 14,9 hectómetros cúbicos del denominado segundo trasvase del Odiel-Tinto-Piedras a la cuenca del Guadalquivir permite el riego de las hectáreas que actualmente se encuentran en producción en los términos municipales de Almonte, Moguer, Rociana, Bonares y Lucena del Puerto.

Según el Ayuntamiento, Fiscal le trasladó al alcalde y a los futuros regantes "la disposición a colaborar para la puesta en marcha de esta iniciativa local en el ámbito de sus competencias, que no lo son en materia de agua, pues estamos en una demarcación estatal". En consecuencia, se comprometió a colaborar en "todos aquellos aspectos de tramitación ambiental de competencia autonómica, facilitando el diálogo con la Consejería de Agricultura y Pesca".

Muchos municipios buscan de forma denodada en el regadío la panacea a sus dificultades económicas, al tratar de alquilar fincas públicas a los agricultores, a la par que generan puestos de trabajo. El único handicap que falla en la ecuación es la disponibilidad de agua potable.

El Ayuntamiento de Punta Umbría hizo un movimiento parecido en este caso al aprobar en Pleno la petición a la Junta de Andalucía de "la exclusión del Valle de las Yeguas del catálogo de montes públicos y la desafectación de estos terrenos para el uso agrícola". Se trata de 140 hectáreas en las que la institución local pretende sembrar frutos rojos. De qué recursos se nutriría esta superficie aún no ha sido aclarado.

Felipe Fuentelsaz, responsable de aguas de WWF en Doñana, ve legítimo el interés del Ayuntamiento en favorecer la explotación de negocios que generen economía y empleo. No obstante, conmina a darse un baño de realismo pues "no existen recursos hídricos" para atender las hectáreas actuales, menos aún para plantearse ni tan siquiera la posibilidad de incrementar la superficie como intentan hacer en Punta Umbría o el Andévalo". Por lo tanto, insta al consejero de Medio Ambiente a que muestre "un compromiso real" y tangible contra el cambio climático, apostando por nuevos yacimientos de empleo "ligados al turismo y la economía verde", donde municipios como Bollullos tienen un enorme potencial.

A pesar de que la propuesta del Ayuntamiento trata de vincular el riego al agua depurada de la EDAR, el responsable de la organización internacional destaca que "el caudal de los arroyos ha de tener un caudal mínimo", dado que esta agua depurada llega hasta Doñana y alimenta todo su ecosistema. La importancia de que este agua lleguen depuradas fue precisamente la razón que motivó que el Gobierno de España invirtiese once millones de euros para tratar las aguas negras que generaban los municipios de Bollullos, Almonte y Rociana del Condado.

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