Una playa sin poder bañarse sería una de las cosas más tristes del mundo. Afortunadamente eso no pasa en Huelva donde la calidad del agua es excelente. Pero esto no se trata de un mero eslogan turístico sino que es una afirmación corroborada científicamente, pues es la labor de una serie de profesionales de la Consejería de Salud, ayudados por los de los respectivos ayuntamientos costeros, que velan porque el baño veraniego sea despreocupado al menos desde el punto de vista sanitario.

Rosalía Caballero es farmacéutica del Distrito sanitario Huelva-Costa. Es la encargada de efectuar el muestreo en la playa. Para ello cuenta con la ayuda del personal, en su caso, del Ayuntamiento de Punta Umbría. Esto es así porque, en última instancia, son las corporaciones locales las responsables del estado de las playas. Esa es una de las razones por las que el empleado Antonio García la acompaña por el recorrido que realiza por el litoral puntaumbrieño, uno de los más extensos de la provincia. Dotados de una furgoneta que se mueve a las mil maravillas por la arena, este equipo va parándose en los distintos puntos, siempre los mismos, que sirven de base para hacer la recogida de muestras.

El muestreo siempre se realiza en los mismos puntos del litoral onubense

El trabajo, en este caso concreto, se realiza el lunes por la mañana. Es una hora más bien temprana porque se intenta no causar molestias a los numerosos turistas que frecuentan la playa en estos días de agosto ya que el traslado de un sitio a otro se realiza en la furgoneta ya mencionada. Aun así, la labor que la farmacéutica y su ayudante realizan no pasa desapercibida. Son días de verano en los que cualquier novedad llama la atención a los que pasan sus vacaciones en el litoral onubense.

Las muestras se recogen todas en una misma mañana. La furgoneta del Ayuntamiento recorrerá ocho puntos de la costa puntaumbrieña. A éstos hay que añadir otros 4 de la cartayera, pues Rosalía cubre estos días las vacaciones de una compañera que habitualmente se encarga de esa zona. En total, la provincia de Huelva cuenta con 46 puntos de muestreo situados en 19 zonas de baño. Se pretende, además, que los puntos estén situados allí donde hay más frecuentación de bañistas.

La labor de los farmacéuticos de la Consejería de Salud se centra en las áreas del litoral que están abiertas al baño.

La temporada de vigilancia sanitaria de las aguas marítimas se realiza desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, es decir, cubre todo el período oficial estival de baños. Aun así, el primer muestreo se efectúa a mediados de mayo y hay otros 15 días antes de Semana Santa, unos días en los que los más valientes suelen darse ya los primeros baños de la temporada.

La furgoneta lleva unas neveras muy parecidas a las que los veraneantes suelen usar en la playa para llevar las bebidas y algunos alimentos. Allí, debidamente etiquetados, se van introduciendo unos botes de plástico en los que se transporta el agua recogida. Se trata de unos recipientes que cuentan con dos tapas. Una de ellas permite introducir un termómetro para medir la temperatura del agua en esos momentos. En el día que se realizó este reportaje era de 22ºC. Rosalía comentó que esa temperatura suele ser la estable durante toda la jornada.

Una vez apuntado ese dato, el recipiente se introduce en la nevera. Allí se le rodea de placas que contienen agua helada ya que hay que mantener la muestra a una temperatura que no exceda de los 6ºC. Los puntos de muestreo en Punta Umbría son: Pato Amarillo. Espigón, Calipso, Bajamar, El Portil y cuatro puntos en distintos lugares de la zona Los Enebrales-La Bota. Junto a ellos, Rosalía y Antonio recorrieron, ya en Cartaya, Las Murtas, Nuevo Portil, Camping Catapum y La Galera.

Aunque no hay mucho misterio en cómo se recoge el agua del mar, sí se sigue un cierto protocolo que consiste en introducirse en el mar hasta la profundidad de un metro. Ahí se introduce en recipiente unos 30 centímetros en el interior del agua. No tiene importancia alguna el que haya marea alta o baja.

Pero, ¿qué es lo que se busca en la analítica? Se buscan concretamente dos tipos de bacterias, explica Rosalía Caballero, el escherichia coli o E. coli y los enterococos intestinales. Suelen ser reconocidos como parámetros de la existencia de aguas fecales y se encuentran en el organismo humano. Tienen, sin embargo, la capacidad de sobrevivir en el medio ambiente marítimo y de ahí que se vigile que no se encuentre en las zonas de baño pues pueden provocar diarreas u otros tipos de trastornos. La normalidad, casi maravillosa rutina en el litoral onubense, es que la calidad sea excelente tal y como se puede comprobar en los informes que cuelga la Consejería de Salud en su portal web. En caso de que algo surgiera, se realizarían otros dos análisis más para conseguir una confirmación. El mismo día en que se recogen las muestras, se trasladan de inmediato al laboratorio, en este caso del Distrito Huelva-Costa. Si da tiempo, las lleva el celador del centro de salud de Punta Umbría o en su defecto, a la propia farmacéutica. Esto tiene que ser así porque los resultados deben tenerse a los tres días y los cultivos que se hacen de las aguas recogidas deben empezar, como mucho, seis horas después de haberse extraído del mar para que la eficacia del análisis sea total. El informe del laboratorio del SAS es remitido a los respectivos ayuntamientos involucrados que, como ya se ha comentado, son los responsables en última instancia, de las condiciones de las playas si bien consiguen de Salud, la colaboración para efectuar la analítica de las aguas.

Aunque el agua en sí es la pieza fundamental del estudio, la farmacéutica también va recopilando datos sobre otras condiciones que puede percibir en la playa como la posible presencia de alquitrán, cristales, medusas o algas. Todo ello es una valiosa información para realizar diagnósticos periódicos sobre el estado de salud de la arena.