El Ayuntamiento de Almonte dejará en compás de espera el otorgamiento de la licencia de obra al Columbario de El Rocío hasta que su equipo jurídico resuelva la viabilidad de rescindir el contrato con la adjudicataria, Granero SA.

Al menos éste es el compromiso verbal adquirido con la plataforma ciudadana No al columbario. Su portavoz, José Ramos Barragán, aseguró ayer que así se lo trasladó el concejal socialista de Urbanismo y portavoz municipal, Antonio Joaquín Díaz, y la concejala delegada en la aldea, Macarena Robles, durante las últimas reuniones que han mantenido.

El representante vecinal confía en que este compromiso no sea una mera estrategia para apaciguar los ánimos de una sociedad, la rociera, que considera que la infraestructura fúnebre ha de quedar fuera del perímetro urbano, al igual que cualquier camposanto. Sin embargo, y en vista de que ni la alcaldesa, Rocío Espinosa, ni sus concejales se han pronunciado públicamente, los representantes de la plataforma van a personarse en el próximo pleno municipal, que se celebra hoy en Almonte, para que los líderes políticos tomen posiciones y se definan.

Entre tanto, Ramos avanza que si el proyecto continúa adelante están dispuestos a organizar una acampada en la parcela pública, situada en el Barrio de las Gallinas, sobre la que se levantará el columbario. "Ya nos hemos coordinado para que, llegado el caso, evitemos que en la aldea se instale una piedra de este edificio".

El portavoz de Izquierda Unida en Almonte, Daniel Martínez, destacó que el colectivo de vecinos aún no se ha reunido con ellos, si bien aboga por ser sensibles a sus planteamientos y buscar una solución que satisfaga sus demandas. En paralelo, y "como principio de prudencia", conminó a los socialistas a "paralizar las obras", en tanto en cuanto se dilucida cómo casar los intereses de los vecinos con los del propio Ayuntamiento, que piensa ingresar 50.000 euros anuales por la concesión de este servicio. Martínez adelantó que durante el día de hoy interpelará al equipo de gobierno para que concrete las medidas que piensa adoptar al respecto.

Mesa de Convergencia, por su parte, mantuvo ayer con sus afiliados y simpatizantes una reunión preparatoria del pleno en la que adoptar una posición común en este tema. Al cierre de la edición aun mantenían el sanedrín, por lo que el portavoz del grupo, José María García, no pudo concretar a este periódico la postura común. No obstante, el grupo político siempre ha ido de la mano con los miembros de la plataforma.

En el pueblo, las voces no son del todo unánimes y algunos consideran que sería "un error" desdeñar un proyecto que comportará una inversión de 2,5 millones de euros en la construcción de un edificio que, aunque mortuorio, respetará la fisonomía arquitectónica de las viviendas de la aldea y no diferiría estéticamente de cualquier casa de hermandad. Por otra parte, las arcas públicas ingresarían 50.000 euros anuales, sin contar con que se generaría un notable flujo de visitantes por parte de los familiares que desembarcarían en la aldea para honrar a sus muertos, lo que favorecería a sectores económicos como la hostelería.

Sin embargo, quienes se oponen al columbario responden que El Rocío es un lugar de peregrinación a nivel mundial famoso por su Romería de Pentecostés, en la que la alegría es el elemento iconográfico de expresión popular, lo que no casa con un edificio luctuoso que se ubica, para más inri, frente a la ermita de la Reina de las Marismas.

El columbario estaba previsto que comenzase a ejecutarse durante el primer trimestre del año 2017. Su plazo de ejecución, según Granero SA, está entre 12 y 18 meses, mientras que el objetivo era que a mediados de 2018 comenzase a recibir las cenizas de miles de fieles que desean que sus restos mortales descansen en el mismo lugar en el que anida su Virgen del Rocío.