Una encuesta realizada por el BBVA demuestra hasta qué punto los españoles no somos conscientes de las graves amenazas que se ciernen sobre la jubilación y el sistema de pensiones. El dato es altamente preocupante: la inmensa mayoría de los ciudadanos muestran su deseo de jubilarse a los 61 años y sólo un 2% estaría dispuesto a hacerlo después de los 66, lo que indica que aún no hemos comprendido que la tendencia es exactamente la contraria, la de retrasar -como ya se está haciendo- la edad de la jubilación para, entre otros asuntos, poder mantener un sistema de pensiones que está ya seriamente tocado.

Lo lógico es el retraso de la edad de jubilación y no lo contrario. Hay que tener en cuenta que la frontera de los 65 años como final de la vida laboral se adoptó en los Estados Unidos de Roosevelt, cuando la esperanza de vida era muy inferior a la actual. Sencillamente, un país envejecido como el nuestro, con cada vez menos trabajadores cotizando y más personas percibiendo una pensión durante casi 20 años (que es la esperanza de vida en España tras la jubilación), no se puede permitir el lujo de que los cotizantes pongan fin a su vida laboral tan temprano y pretendan percibir una jubilación del Estado. Hay que tener en cuenta que un año de cotización cubre solamente tres meses y medio de jubilación, por lo que para cobrar una pensión similar a un salario una persona debería cotizar entre 60 y 70 años, cuando en realidad lo hace unos 40 años.

Evidentemente, el modelo actual es insostenible y hace falta dar un giro copernicano en la mentalidad de los españoles, ya que la encuesta del BBVA demuestra una ingenuidad preocupante. El Gobierno ha señalado que la reforma de las pensiones es una de sus prioridades en esta legislatura que comienza. Hay que decidir cómo vamos a pagar las pensiones, ya que la hucha para éstas se está agotando y los cotizantes no están generando los suficientes fondos para mantenerlas. ¿Hay que financiarlas como un gasto más del Estado, vía PGE? ¿A qué edad se deben jubilar realmente las personas? ¿Se pueden crear más figuras intermedias -ya hay algunas- para que las personas mayores que lo deseen puedan combinar su trabajo con una jubilación reducida? Son muchas las cosas de las que hablar y todos los partidos deben dar lo mejor de sí para solucionar este grave problema.

Otra cosa, claro está, es dónde van a trabajar las personas mayores de 65 años en un mercado laboral dispuesto a expulsar a todos los que superan los 45 años. En las cuestiones relacionadas con la jubilación y las pensiones, como en tantas, el empleo es la piedra angular.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios