Los retos de Andalucía tras 35 años

La demanda de un nuevo modelo territorial y de financiación no ha de esconder problemas vigentes como el paro y la brecha social

El Parlamento de Andalucía celebró el pasado miércoles un pleno extraordinario para conmemorar los 35 años de su primera sesión oficial tras la recuperación de las instituciones democráticas en nuestra comunidad. Fue una jornada para festejar lo que nos une a todos los andaluces y poner de relieve la importancia de las instituciones en la vida de todos los ciudadanos como instrumentos que articulen las soluciones a sus problemas e inquietudes. Pero esta efeméride también ha de servir para poner de manifiesto que son muchos los retos que Andalucía sigue teniendo vigentes 35 años después, mucho más allá de la financiación y del modelo territorial, que son los que se admiten desde el discurso oficial. El primero de todos ellos, sin duda, es el del desempleo. Andalucía sigue a la cabeza del país, lo que equivale a decir de la Unión Europea, como la región en la que el paro es la principal preocupación de sus ciudadanos. La semana pasada, precisamente, se hacían públicos los datos de los Indicadores Urbanos (Urban Audit) que elabora cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los que se indica que trece de las quince ciudades con mayor índice de desempleo de España son andaluzas. Tasas que llegan casi a la mitad de la población activa y que son especialmente graves en el caso de los jóvenes. Otro dato que debe servir para la reflexión tres décadas y media después es el de la deuda de nuestra comunidad, que en el primer trimestre de 2017 se situó en 32.462 millones de euros, la tercera mayor de España en ese período y que, si se compara con la del mismo trimestre de 2016, se ha incrementado en 699 millones de euros. La brecha social de Andalucía con otras del país sigue siendo un problema después de tanto tiempo. Ante esta realidad, cabe plantear un ejercicio más cercano a la autocrítica que a la complacencia, reconociendo -como no puede ser de otra forma- los evidentes avances que se han producido a lo largo de todos estos años. Y entre las soluciones para seguir avanzando en el camino correcto se encuentra la del diálogo entre todas las fuerzas políticas para consensuar aspectos fundamentales que sirvan para que Andalucía abandone esas posiciones que no le corresponden por su importancia. El autogobierno es una herramienta de la que todos debemos sentirnos orgullosos llegados a esta fecha, pero a la que hay que sacarle más recursos y resultados tangibles en favor del bienestar de los ciudadanos.

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