La Mesa de Contratación del Ayuntamiento certificó ayer la defunción del proceso de venta del Recreativo de Huelva al grupo inversor Moody Investments después de que éste haya sido incapaz de acreditar su solvencia económica y haya incumplido los requisitos que se exigían para proceder a la adjudicación del club. Con esta decisión, el Ayuntamiento retorna a la casilla de salida en la que se encuentra desde que aprobara la expropiación del Decano el 6 de junio de 2016. Consideramos que poco cabe decir sobre el intento frustrado de compra del grupo encabezado por Vicente Simón, quien todo apunta que no ha hecho más que jugar con los sentimientos de los recreativistas y que a la postre, pese a hacer ostentación pública de lo contrario, ha demostrado carecer de los recursos de los que presumía. Dicho esto no queda más que mirar hacia adelante y salvar la situación. Lo más urgente ha de ser afrontar el pago de las deudas con la AFE -603.000 euros- para evitar el descenso del Decano y su práctica desaparición. Acto seguido hay que cumplir con el pago de la parte del concurso de acreedores que toca y, sobre todo, con los más de 700.000 euros que se adeuda en nóminas a los trabajadores del club. La situación del personal es insostenible y el Consistorio no puede demorar más la búsqueda de una solución que casi tiene que ver más con los derechos humanos que con otra cuestión. Una vez zanjados estos puntos, el equipo de gobierno debe decidir si afronta un proceso de venta directa mientras articula un proyecto para la próxima temporada o si se hace cargo del club durante un tiempo para adecentar su situación y esperar mejores momentos en los que puedan aparecer personas solventes interesadas en hacerse con él. Sea como fuera, para cualquiera de estas opciones será necesario levantar el embargo que sufre la entidad, algo sólo posible si se abonan los más de 6,8 millones de euros que urge abonar a Hacienda. Este punto deberá explicarse también con claridad y transparencia a los onubenses para que se entienda que las arcas públicas detraen recursos propios por un bien que es esencia de Huelva. Aun así, en el futuro proceso de venta deberá garantizarse que cada euro público destinado al club será recuperado. Y aquí será clave el papel de moderadores que puedan ejercer los partidos de la oposición desde planteamientos serios y alejados de la trifulca partidaria. No es fácil el momento que tiene que afrontar el Ayuntamiento, con Gabriel Cruz a la cabeza, pero en tiempos de crisis como el actual no caben más paños calientes ni patadas hacia adelante a un problema que no puede frenar otros proyectos de ciudad.

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