Que vuelva

Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia han vuelto a la mili. Ellos tan progres y nosotros tan lerdos

La instauración del Servicio Militar Obligatorio es una cosa del siglo XVIII. ¿A quién se le ocurrió? No, no, no fue a los fachas, a los carcas, a los retrógrados, a los reyes, a los nobles, no. Fue una idea de la Revolución Francesa, la madre de todas las revoluciones, y de esas cosas tan simpáticas comoliberté, egalité, fraternité. Bañada en sangre hasta las cejas se sintió acosada por todos los países vecinos y llamó a las armas al pueblo. Escuchen La Marsellesa y ahí está. O sea que la mili es cosa de progres y de revolucionarios. La derecha, siempre babeando detrás de los modernos de la tonta modernidad, fue la que abolió aquello del pueblo en armas. En Francia, el presidente Chirac y en España, Aznar. Y se quedaron tan panchos. Lo que hicieron fue desmembrar más sociedades ya de por sí cuarteadas. En el caso de España con diecisiete reinos de taifas la cosa fue sencillamente suicida. Posiblemente España, como nación, estaría hoy menos desgajada, menos ninguneada, si sus hijos hubiesen tenido esa experiencia común de defenderla. Los asturianos harían la mili en Andalucía, los andaluces en Galicia, los catalanes en Madrid y los madrileños en Cataluña, por ejemplo. Y pueden estar seguros de que otro gallo nos cantaría, mucho mejor, por supuesto.

Escribo este artículo porque he visto varias referencias periodísticas en estos días sobre el tema. Gente para mí muy de fiar, periodistas, escritores e intelectuales varios con los que he coincidido en llamar guerra a lo que es una guerra, o sea a lo que el islam le tiene declarado a Occidente. Sin más eufemismos. Son gente que han trabajado y vivido durante años en aquellos países y bien saben de lo que hablan. Y, claro, si estamos en guerra, tal como pensaron los revolucionarios franceses, ¿quién mejor que el pueblo para defender a su patria? Pero llegado aquí nos damos de cabeza con una pared de cemento y se nos rompe la crisma. La pared y el cemento son décadas de adoctrinamiento social hablando de paz, fraternidad, concordia, acogida, multiculturalismo, Make love not war, Peace, Imagine, John Lennon, flores en el pelo, y todo lo que quieran. El caso es que mientras el vecino se arma hasta los dientes con todas las armas que les cae a mano y va y te declara la guerra, en España no llega al 25% el porcentaje de población dispuesta a coger las armas para defender a la nación. Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia han vuelto a la mili. Ellos tan progres y nosotros tan lerdos. Los paraísos de la socialdemocracia se defienden y los torpes de la clase seguimos bailando mientras el Titanic se va a pique.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios