S style="text-transform:uppercase">e ha demostrado que el Estado de Derecho funciona", dice el responsable de una asociación que defiende los intereses de los afectados por las cláusulas suelo. Yo le diría que sí, pero que el que funciona es el europeo, porque si fuera por el español, apañados íbamos.

Es una vergüenza que tenga que venir la justicia europea a enmendarle la plana al Tribunal Supremo, en un abuso de la banca, como tantos otros.

Conozco un caso, y he visto la documentación, en que un banco, el BBVA concretamente, le hizo pagar a un cliente, en prima única, un seguro de 15.000 euros, para asegurar el cobro mensual de 500 euros en una operación de hipoteca inversa para el cónyuge, cuando enviudara. ¡A partir de que cumpliera 94 años! Se podrá argumentar que el sinvergüenza fue el comercial que hizo esto a dos personas mayores, pero el banco tiene responsables para evitar estas estafas.

Es un pequeño ejemplo pero ilustrativo de lo que sucede a escalas mucho mayores. Si estas fechorías fueron práctica habitual en la banca española, como lo de las primas únicas, otro caso de robo a desvergüenza armada, armada de codicia y falta de escrúpulos, es porque el Banco de España lo permitió mirando para otro lado.

¿O es que en realidad el regulador no tiene poder? Inquietante pregunta para tan peligrosa respuesta. Esta decisión de la justicia europea debería poner en evidencia y en situación delicada, cuando no insostenible, a la justicia española. Nuestro Tribunal Supremo sentenció que la banca tenía que hacerse cargo de devolver el dinero injustamente cobrado de las cláusulas suelo, sólo en aquellas hipotecas con dicha cláusula, a partir de 2013, probablemente por temor a causar un insalvable prejuicio económico a la banca; porque si no, es inexplicable.

Pero se permitió durante años, por parte del Banco de España, que algunos bancos, pues no todos cometieron este abuso, cometieran esta tropelía. O sea, que para que no caigan, se limitan las responsabilidades, pero para enriquecerse se les permite todo, ¿no? Vaya doble rasero y vara de medir.

Estafados, por otra parte, no sería el término correcto, pues los clientes sabían lo que firmaban y aceptaron la cláusula suelo, pero para eso está también el Estado de Derecho, para no permitir estos atropellos.

No señores, no. Aquí lo que ocurre es que el ciudadano está expuesto a los abusos de los suministradores que tienen el poder, llámense banca, eléctricas, energía, agua, teléfonos y todo lo demás.

Con el mantra de "demasiado grande para caer" exprimen a los ciudadanos, y cuando estalla la realidad, con mirar para otro lado es suficiente. Al final rescatamos con dinero público -deuda, claro- y asunto resuelto.

¿Estado de derecho?

No. Estado de vergüenza y desprotección, siempre a los mismos, porque a los que tienen poder, esto no dejan que les pase.

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