EL proyecto de Parque Científico y Tecnológico que la Junta ha prometido construir en Aljaraque ha provocado una nueva polémica entre políticos: el PP se lamenta de que no se ubique en el Parque Empresarial de la capital, más cerca de la Universidad, y el PSOE dice que en Aljaraque está muy bien. Si a eso unimos que el alcalde de Aljaraque es socialista y el de la capital es popular, ya tenemos los condimentos del agravio.

En estos casos, más que el lugar, lo importante es que se haga. Muchos de los que polemizan sobre la ubicación del Parque Científico y Tecnológico piensan que es una promesa más de la Junta que en el mejor de los casos tardará muchos años en realizarse. Pues bien, imagínense que la polémica por la ubicación se utiliza para justificar la demora en la construcción.

Ocurre como con los puentes de unión Huelva-Punta. Lo peor que le pudo pasar a este proyecto es que los ecologistas le pusieran la proa por erosionar el entorno de Marismas del Odiel. Si así hubiera sido, alguien podría haber tenido la excusa ecológica para demorar la construcción de los puentes. Los ecologistas no dieron mucho ruido con este asunto, y a pesar de ello se siguen incumpliendo plazos y los puentes siguen sobre el papel.

Con el Parque Científico y Tecnológico lo que hay que procurar es que se haga, y que los polemistas del PP me perdonen, porque si siguen dándose golpes verbales va a ser peor… Además, visto de una forma positiva, ¿no viven en Aljaraque la mayoría de los cargos públicos de todos los partidos de Huelva? Pues de qué se quejan, si van a tener el Parque junto a sus casas.