Si los políticos estuvieran atentos a las resoluciones empresariales y los sindicalistas aplicaran su oído a las iniciativas emprendedoras, en vez de someter sus dictados al tostón disciplinario del 'aparato', quizá, una provincia como Huelva, daría un salto histórico en sus expectativas de futuro, lo que por contra, llega a situarnos a la cola de todos los parámetros y lamentos de nuestra esquiva suerte.

Una vez más, ha sido el presidente de la FOE en presencia de las organizaciones sectoriales, quien se dirige a la asamblea general para reivindicar, lo que él mismo a designado como 'objetivos prioritarios', sin los cuales seguiremos cantando a la luna de agosto su sempiterna lejanía. Por eso mismo, Antonio Ponce sintetiza el problema onubense en esa triple A, que codifica una magnificente 'deuda histórica' con esta tierra en los indicadores mas pujantes: Autovías, Aeropuerto y Alta Velocidad.

Lo que proclama Ponce no es algo nuevo sinó vergonzante, porque los estamentos profesionales, colectivos ciudadanos, comunidades educativas y demás movimientos sociales, por regla general, se dedican a ver pasar las tórtolas y a darle a la mojarra entre sesiones directivas, donde nunca se aporta una estrategia común, un gesto positivo para desactivar la desafectación y el abandono que el Gobierno central y autonómico trazan sobre la 'lealtad de voto' comprendida entre el Guadalquivir y el Guadiana, donde se erige la ciudad de las 'mil y una noches', con 'puentes' mayestáticos y 'estaciones' colgantes, al par que como indica con voz clara y precisa, Ponce, urge la construcción del aeropuerto con la finalidad de mantener vivo el transito de las 30.000 plazas hoteleras y se hace obligatorio el AVE, si no queremos desplazar el ansiado turismo hacia la plataforma 'malagueña', cuyo destino abarca mas de un millón de visitantes con esa puesta en marcha del tren rápido, Madrid-Córdoba-Málaga. Luego queda esa tercera pata de la triplona A, o sean, las autovías, que al día de la fecha se hallan tan desaparecidas como manifestadas, requeridas e injustamente denegadas, cuando es imprescindible su influencia en este despropósito del tráfico de pasajeros y mercancías que soporta la N-435, San Juan del Puerto-Badajoz, la N-461, Zalamea la Real-Río Tinto-Santa Olaya del Cala o, la manoseada, vapuleada y cachondísima autovía Huelva-Cádiz, de la que el barandísimo Cháves, dice que mientras mande el menda, ni hay ni habrá quien ostente tal dicha porque su mayoría aplastante así lo afirma, echando al cazo, el caldo de tanta indiferencia cuartelera y tanto pasotismo onubensista que, tras esos treinta años de darle a la matraca, no han requerido el grito de conquista en esas pretensiones, tal como los vascos y catalanes, que ellos si saben de que les va la turbamulta, la pancarta y las mociones populares. Sobran 'partidos' y faltan FOES que salgan a la arena a torear Jandillas y Miuras políticos, que son los que nos tienen en barbecho. Eso sí, me apunto al liderazgo empresarial como ejemplo a seguir e invoco el triple ¡oh!, ya que tan solo él, es capaz de sacar las pistolas y disparar verdades como puños. No hay lamentos sin sangre. No hay progreso sin mazo.