PARA nada estoy de acuerdo en que, en la vida, todo tiene un principio y un final. Supongo que mi espíritu romántico me lleva a realizar esta afirmación pero, cuando un sentimiento es realmente verdadero, su destino es mantenerse vivo a pesar del tiempo transcurrido. Quedará como mucho aletargado aunque, más tarde o más temprano, igual que el beso del príncipe despertó a la Bella Durmiente, un futuro gesto de cariño volverá a hacerlo renacer.

El mundo de la música, donde las emociones están a flor de piel, no se queda fuera de la anterior consideración aunque ahí entran en juego dos elementos que pudieran hacerla flaquear: uno, la dependencia de un público al que hay que "alimentar" con cosas nuevas y, otro, el juego de vanidades que, por ejemplo en el caso de las formaciones de varios miembros, termina haciendo aparición y rompiendo el "buen rollo" que, al principio, existió entre dichos integrantes.

Ignoro las razones que, en el caso de Kiko y Shara -los dos hermanos gaditanos de 24 y 22 años que tantos seguidores tienen en nuestra tierra-, les han llevado a romper su unión pero, sea como sea, esta misma semana tienen prevista una comparecencia en Sevilla para anunciar que, de momento, no continuan juntos sus vertiginosas carreras profesionales. Recordemos que, sobre todo él, comenzó muy pronto en esto de la farándula de la mano de los recordados "Los Caños" y que, desde entonces, no ha parado de componer y de actuar. Eso en lo que respecta a lo laboral puesto que, personalmente, también ha corrido lo suyo formando una familia y hasta teniendo un hijo con su compañera.

Con un Disco de Platino a sus espaldas, estos chicos quieren darse una oportunidad para medir sus fuerzas artísticas por separado y comprobar hasta dónde pueden llegar. Están en edad y, en caso de que la aventura no saliera como esperan, tendrían las puertas del regreso abiertas. La paciencia es... el alma del amor.