Ajuste fino

Antonio Castro / Ancastro@huelvainformacion.es

La razón de los incrédulos

AHORA que estamos a un paso de que termine la campaña electoral, hay que ver lo poco que los políticos han hablado de los puentes, que fue la estrella de urgencia de las pasadas municipales y sobre los que se dijo que se pondría la primera piedra en marzo.

Cuando se le encargó a Manterola el proyecto del puente de la conexión sur Huelva-Punta Umbría llegamos a pensar que los plazos del proyecto, incluso los previos, iban a discurrir dentro del calendario previsto. Manterola no es persona que se deje marear por devaneos políticos y menos en un proyecto en el que parece haber puesto mucho cariño y que puede convertirse en el mayor puente colgante de Europa, que partiría de la zona de la Punta del Sebo.

Sin embargo, la política ha minado el lógico discurrir de las previsiones y nos tememos que el puente icono de la Huelva del futuro va a tardar mucho tiempo en construirse, mucho más del que se temía, porque si estuviera previsto demorar sólo un poco el calendario prometido ese puente icono habría sido un elemento capital de la campaña electoral.

Y lo peor es que no es previsible que esta demora que se teme vaya a suponer una frustración para la mayoría de la población onubense. Desde el principio se observó una especie de incredulidad popular hacia el proyecto que parecía anidar en esa zona derrotista y pesimista que como todas las sociedades también a veces aparece en la onubense. Y lo que ahora puede ocurrir es que las circunstancias y los incumplimientos pongan en valor a la parte que más desconfía de los políticos y sus promesas con el consabido "ya lo sabía yo...".

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