La perfecta desigualdad

Cercado por la corrupción, el PP ha pactado con el PNV reducir el cupo vasco para aprobar los Presupuestos

Tocamos fondo en la desigualdad regional y nadie dice ni pío. Para apoyar los Presupuestos Generales del Estado, el PNV ha conseguido del Gobierno del PP lo que parecía imposible: bajar el cupo vasco de los 1.000 millones de euros al año. El vicepresidente Solbes pactó en 2007 que la contribución fiscal de Euskadi a las arcas nacionales subiese a 1.500 millones y el ministro Montoro, aparentemente sobrio, lo acaba de rebajar a 956 millones anuales. Un escándalo. La sobrefinanciación vasca por habitante y año duplica la media nacional. Entre los silencios cómplices destaca el de Susana Díaz. Una vez más queda en evidencia la incompatibilidad entre presidir una autonomía y liderar un partido nacional. La aspirante en las primarias socialistas tiene avalistas y votantes guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses a los que agradar. Pero, a menos contribución vasca, menos recursos para Andalucía.

El PP, cercado por la corrupción en sus filas y en minoría en el Congreso ha comprado caro el salvamento de los PGE. Aumenta la desigualdad territorial el partido que presume de ser la garantía de estabilidad de la nación. Y el PNV se consagra como el único superviviente indemne de los partidos que protagonizaron la transición de la dictadura a la democracia. UCD desaparecida, AP hubo de cambiar siglas y carcasa ideológica; CiU está en desbandada, perseguida por la Justicia; el PCE convertido en núcleo de matrioska, dentro de IU, que a su vez está dentro de Unidos Podemos; el PSOE en guerra civil… Y ahí tienen al PNV: encantado de salvarle el cuello a un gobierno en minoría, como siempre, previo pago de su importe.

El cupo se rebaja un tercio; la envidia de otros territorios. Las regiones ricas buscan tener balanzas fiscales positivas como la vasca o la navarra. Los empresarios catalanes piden a la Generalitat que negocie como el PNV. El PSC ya acudió a las elecciones de 2008 con un programa en el que reclamaba un concierto como el vasco para Cataluña. La presidenta Díaz dice defender la igualdad entre los territorios. Aquí tiene tema. Estos regalos presupuestarios juegan contra las regiones menos desarrolladas, con déficit comerciales, receptoras netas de ayudas.

Pero no hay quejas. El único partido que se oponía a los privilegios del cupo era Ciudadanos, que ahora vota a favor de su reducción en los PGE. Así que no queda nadie; ni siquiera Podemos. Todo bajo control. La perfecta desigualdad regional es aquella que no llama la atención. La que forma parte del paisaje. La que tenemos…

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