El parvulario

Su mayor lastre, señor ZPedro, es la ausencia de un proyecto sólido y propio, improvisación constante

Me resulta incómodo escribir sobre ZPedro, dado que pensaba había modificado algunas de sus líneas estratégicas a cuentas de su posición en el conflicto secesionista catalán, pero no, a las primeras de cambio que ha olido votos se desenfrena nuevamente y, por supuesto, de nuevo se equivoca.

La moderación, argumentada y rigurosa, además de ser más rentable, genera fiabilidad y crédito muy superiores a ése, "necesito tensión" que aprendió de su referente ZP. Sí, ya sabemos que en la oposición hace mucho frío, pero ni en política las prisas son buena compañía y son el mejor caldo de cultivo para cometer errores. Recurrir a la demagogia junto con la radicalización llevan, por ejemplo, a perder dos puntos en estimación de voto solo en poco más de un año y sin tener el desgaste de la acción de gobierno.

Sin embargo, su mayor lastre, señor ZPedro, es la ausencia de un proyecto sólido y propio -va a rebufo de las decisiones de Podemos- improvisación constante, enrocado, y resentido con los históricos y barones de su propio partido, además de una incoherencia que roza lo escandaloso.

Veamos, pues, como la escuela de buen gobierno convocada, se quedó en un mero parvulario. Ni méritos ni líderes de opinión asistieron, tampoco algún dirigente territorial… claro que si las enseñanzas a recibir eran cómo votar a favor de la congelación de pensiones y cuando no gobernamos exijo subidas al nivel del IPC; fijamos posición sobre prisión perpetua revisable con un discurso ofensivo para las víctimas planteo una alternativa a De Guindos forzosamente femenina al tiempo que rechazo, por suponemos qué motivos, a Elena Valenciano para presidenta del Grupo Socialista Europeo; pide subida similar a las pensiones para los cargos electos -él no lo es, ingresa mucho más como secretario general del PSOE- o hace una espantada en el proceso del pacto educativo… ¿Seguimos?

En definitiva, sin unidad, sin programa, sin atisbo de reconciliación interna, sin profundidad del discurso, sin aceptación de su modelo y estrategia, sin presencia parlamentaria y con pánico a Cs y Podemos, junto a una escuela rebajada a parvulario, el futuro no está claro. Sí, creo, necesitas hacer un ejercicio de autocatarsis.

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