Al sector de los estibadores hay que cuidarlo como si fuese "un oso panda", ha dicho Teresa Rodríguez, la líder de Podemos, sin que la comparación le causase rubor. Uno hubiese relacionado al panda, por su condición de especie en peligro de extinción, con un artesano de la madera, con un lutier, con un zapatero de manos o con un periodista de los que escriben en papel. Hace años que la estiba tuvo que ser liberalizada; sus trabajadores, comparados con otros, son unos privilegiados, puesto que su monopolio les procuró una fuerza tremenda para conseguir mejoras laborales, a la vez que se blindaban ante la demanda de otros obreros que deberían tener la misma consideración de osos pandas por parte de la diputada de Podemos. El decreto que aprobó el Gobierno se debe ratificar en el Congreso, y ése es el momento para la negociación y para atenuar el golpe. Seamos claros: no son pandas, pero de lo que al fin y al cabo se está hablando, de lo que se dicen entre sí los partidos, es si mandan a sus casas a todos los estibadores actuales, que están muy bien pagados, con una indemnización que se pretendía que pagase Puertos del Estado para que entrasen trabajadores con menos sueldos. Seamos claros: ésa puede ser la consecuencia, habría muchos perdedores sin saber de verdad quién va a ganar. Esto requiere muchas más vueltas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios