Crónica Personal

Qué nivel...

Los personajes sólidos que pueden hacer política sólida, o se han ido desencantados o han sido marginados

Y luego dicen estos políticos de nuevo cuño que hay que superar la Transición… Lo que hay que superar es la mediocridad de la mayoría de estos políticos de nuevo cuño, donde desgraciadamente son escasas las excepciones que se salvan de la superficialidad, el oportunismo, la falta de preparación y la insolvencia.

José Luis Corcuera fue ministro de Interior y jamás necesitó engrosar su currículum con más título que el de electricista, y no fue mejor ni peor que los que ocuparon su cargo antes o después. La carrera que hoy se vive para aligerar los currícula de másters y licenciaturas falsos es similar a la emprendida previamente para engrosar biografías, sin comprender que un título universitario no siempre es garantía de persona competente.

Los españoles estamos viendo la peor cara de la peor clase política. Un tránsfuga cambia de manos la Alcaldía de Alicante, los portavoces de los partidos hurgan en las titulaciones de los adversarios sin echar una ojeada a los propios. El dirigente del PSOE en Madrid encandila a Carmena, la alcaldesa de Podemos, proponiéndole ser candidata socialista en el 19; Puigdemont reúne a los suyos en Berlín y se pronuncia la palabra traidor para calificar a los de ERC que quieren que se designe ya un candidato a la Generalitat limpio de polvo y paja que permita contar con un gobierno; en el PNV claman al PP que abra un margen de tiempo para ver si los independentistas eligen finalmente a alguien y así ellos pueden apoyar unos Presupuestos Generales del Estado que ansían aprobar, mientras Errejón y Bescansa protagonizan una operación para minar el liderazgo de Pablo Iglesias en un Podemos que decae peligrosamente.

Ciudadanos no quiere que se hable de Toni Cantó y algunos medios afines al partido no mencionan el caso del diputado que aspira al Gobierno valenciano, y el portavoz en Madrid presenta una electoralista iniciativa parlamentaria de apoyo a los estudiantes de la Rey Juan Carlos, como si no hubiera decisiones más urgentes que tomar; Cifuentes, por su parte, intenta mantenerse como presidenta con una iniciativa en la Fiscalía que va directa contra la línea de flotación de Esperanza Aguirre.

Con estos mimbres hay que tirar para adelante, porque no hay otras. Bueno, las hay, pero no en primera fila política, donde sólo se salvan media docena de nombres. Los muchos personajes sólidos que pueden hacer política sólida en este país, o se han ido desencantados, o han sido marginados por edad y solo por edad, o las primarias les han sustituido por dirigentes de escasa talla pero de gran capacidad de seducción personal.

Dan ganas de llorar.

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