Manuel / Gómez Marín

La otra lección del baloncesto

La convivencia entre tirones emocionales perjudica excesivamente a un deporte como el baloncesto

AUNQUE parezca imposible, la hoja de ruta retorna al Ciudad de Huelva con su rehabilitación deportiva tras las dos últimas victorias en el Palacio forzando situaciones al límite con un grupo de sólo ocho jugadores, lo que puede considerarse como la mejor medicina que se puede ejercer sobre la patología de un enfermo que agoniza y que estaba pendiente de firmar su certificado de defunción en cualquier momento.

Dada la situación extrema, el palmarés de derrotas apabullantes y un conjunto de anomalías como para enviar al psiquiatra a más de uno, acumular estos gestos heroicos es como seguir creyendo que los profesionales obtienen premios poniendo al servicio de un club sin rumbo la lealtad, la entereza y el pundonor, incluso en fases de desequilibrios internos de supervivencia. La convivencia entre tirones emocionales perjudica excesivamente a un deporte como el baloncesto, que necesita fuerza mental y sostener una alteración de ánimo intensa en positivo.

Y hay que valorar la convicción del entrenador Pepe Rodríguez de remar contra corriente y tratar de hilvanar un trabajo descompensado durante la semana por la falta de competencia y calidad, además de insistir que la ilusión y la disciplina cohabiten donde surgen resquicios para la huir hacia adelante. El espíritu de un equipo instalado en el abismo es complicado de mantener y de volver a empezar cada vez que entra dinero. Y también es de justicia una mención especial a esa rebelión popular coordinada por una aficionada de pro, una activista defensora de las causas casi desahuciadas como Lola Daza, dotada de una gran fe luchadora por su tesón y creencias para aglutinar sentimientos y avivar a colectivos cuando el tiempo se consume a velocidad de vértigo. Sin duda, es la otra lección que nos deja el baloncesto sin dinero y aferrado a unos fieles que añoran tiempos mejores, pero que defienden la trascendencia del crudo presente.

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