EN esta campaña tan peculiar por aquello de no debatir los problemas reales de Andalucía y sí de España en general, los candidatos y miembros de las listas electorales vienen manteniendo un segundo plano, perfil bajo que se diría en el mundo del fútbol. Hasta la fecha, salvo las clásicas excepciones, pregonan las excelencias de sus programas los números uno que, a su vez, son los que lanzan las puyas al rival. El resto es como si no existiese. Son, en principio, pura comparsa, los animadores de los mítines. En este camino rural, lejos de las autopistas utilizadas en otras campañas, además de no dejarse ver y de prometer lo justo, se han olvidado de hasta qué punto están dispuestos a colaborar con los electores a la hora de apretarse el cinturón. Repasando, observamos que los apretones son siempre en la misma dirección. Aún no han dicho si se recortarán las dietas, los plus de asistencia o los complementos. Quizás por ello no quieren hablar. Quién sabe.