El detalle

Han fallado estrepitosamente todas las alarmas de protección de menores, y ¿por qué?

Aestas horas de todos es conocido el tremendo suceso de La Zarza que ha conmocionado a toda España el pasado fin de semana. En breve resumen decir que cuatro niños vivían con su madre, y la pareja de esta, y que estos últimos han muerto con bastante probabilidad por ingesta masiva de medicamentos. Los chavales, al estar acostumbrados a no ser cuidados por los adultos con los que convivían, no echaron de menos a su madre y a la pareja durante cinco días. Este asunto tiene mucha tela que cortar, pero después de desear que por la misericordia de Dios descansen en paz los fallecidos, hay un detalle que me parece clave en esta historia. El padre, sencillamente el padre, y no añadiéndole la gilipollez hoy reinante de "biológico", parece que tenía solicitada hace tiempo la custodia de los pequeños dada la vida nada ordenada que llevaba la madre. Una madre enferma de drogadicción, cuyos hijos no se extrañan de no ser atendidos durante cinco días, y nadie detecta la situación. La fallecida era usuaria, por lo que dicen las crónicas de los Servicios Sociales locales y regionales. ¿Nadie detectó allí que esta mujer estaba incapacitada para el cuidado y la manutención de sus hijos? ¿Nadie en el a veces torpe sistema judicial español fue avisado de esta alarmante situación?, pues parece que la respuesta es nadie. No tengo más remedio que preguntarme lo que ya se han preguntado miles de españoles en las redes ante esta historia. ¿Todo hubiera sucedido igual si el custodio de los niños hubiese sido el padre? Seguro que no. Con toda certeza los servicios sociales y/o judiciales hubiesen sabido de la situación y a la velocidad del rayo le hubiesen sustraído la custodia al padre. De esto hay pocas dudas que albergar.

Han fallado estrepitosamente todas las alarmas de protección de menores, y ¿por qué? Vayan y lean comentarios en las redes sociales y verán que no somos pocos los que pensamos que nadie se ha atrevido a mover un dedo a quitarle los hijos a una mujer enferma de drogadicción e incapaz de cuidar de sus hijos. Y ¿por qué? ¿Por el mero hecho de ser mujer? Si esta es la respuesta estamos ante una Administración enferma de feminismo barato, rayano con el fanatismo. Posiblemente hoy en España todo el mundo es consciente de la aberrante, insultante y anticonstitucional desigualdad con la que son medidas las acciones de los hombres y de las mujeres, todo el mundo menos los políticos y un buen puñado de periodistas. Estamos insertos en el desvarío y la sinrazón y el impactante caso de La Zarza, me temo, no servirá para nada, al tiempo.

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