Tribuna

Santiago / Hierro

Aquel desplome de antaño del edificio Plus Ultra

Hay ocasiones que emergen de mi mente recuerdos de algunas letrillas de pasados carnavales onubenses, pero en una de éstas, que me tatareaba mi madre en mi niñez, aludía a un gran estruendo que se originó de madrugada en Huelva, en la calle Concepción, en un edificio que estaba finalizando su construcción.

Como en aquellos años, se estaba iniciándose la cruenta Primera Guerra europea (1914-1918) y con relación a la casi destrucción del referido edificio reseñado, una de las murgas choqueras de entonces, se marcó una letrilla, con su gracejo habitual, en la que decía que el pueblo, creyeron de momento, que fueran los alemanes, que habían dejado caer en aquel enclave un mortero (obús) del calibre del 42, derrumbando parte del inmueble.

Pero haciendo caso omiso del bulo exagerado de los murguistas, de su extremada imaginación, el periódico La Provincia de fecha 4 de febrero de 1915, insertada el acaecido suceso del accidental desplome de los pisos superiores de este edificio, expresándose de este modo:

"El edificio en construcción, en la esquina de las calles Alonso de Mora y Concepción, por causas desconocidas, se ha derrumbado, sin desgracias personales. Se hallaba a punto de terminarse el balconaje de los dos pisos superiores que ya estaban colocados y en breve, los cuatro pisos de que constaba el edificio, estarían habitados.

Esta madrugada, algunas personas que se encontraban, entre las calles Concepción y Joaquín Costa, fueron sorprendidas, por una especie de

Relámpago seguido de un estruendo, eran las 4:30 de la madrugada aún, no percatándose de lo sucedido. Poco después, los pitos de los agentes municipales, sembraron la alarma y todas las personas que se encontraron en la calle, acudieron a ver lo sucedido. En el derrumbamiento, se rompieron los cables del alumbrado eléctrico, siendo la causa del relámpago. Al no haber nadie ni en la obra ni en los alrededores, no hubo que lamentar víctimas, que de haber ocurrido de día o de noche en sus primeras horas, en que tan concurrida se halla la calle Concepción, hubiera sido una catástrofe".

El arquitecto municipal, don José María Pérez Carasa, junto al ingeniero jefe de O. P., Sr. Velasco, estuvieron investigando los trozos del edificio que aún quedaban en pie, quedando en la necesidad de tener que demolerse los que daban a la calle, llamada entonces Alonso de Mora (actual Espronceda).

Relataba también la prensa, que en el medio día siguiente, que llovió con intensidad, hubo dos desprendimientos interiores y que el ingeniero Sr. Porfonzzy fue el encargado de instalar dos pararrayos provisionales.

El que fue alcalde en aquellas fechas, el Sr. Ruifernández y el propietario del inmueble don Ángel Domínguez, acordaron que la retirada de escombros del posterior derribo de la parte afectada, lo realizara el personal de las obras.

Volvió a levantarse de nuevo, esta renovada construcción, en el siguiente año 1916, que se atribuyó al arquitecto don Trinidad Gallego yal maestro de obras Curro Garrido, denominándose este magnífico bloque Plus Ultra, con una ornamental y fina estructura, constando de cuatro plantas, rematándose en su cúspide, con una cúpula, revestida con escamas de zinc.

En los bajos del reconstruido edificio, sobre los años 40 al 50, tenía un local, entre la calle Concepción y la entonces calle General García Escames, con un establecimiento de bebidas, denominado Bar Rocío, pero anteriormente estuvo la afamada joyería Regente y pasados los años, fue ocupado este local por un establecimiento de diversos aparatos eléctricos, propiedad de don Manuel González.

Atrás ha quedado para la historia de Huelva, el hecho acaecido, del derrumbamiento en todo el centro de la ciudad, de un edificio de clásica estructura, que conmocionó con su estruendo, a una vecindad que disfrutaban del obligado sueño reparador de aquel día.

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