Ahora que ya hemos deglutido los turrones, el cordero, las copas y los excesos navideños toca ponerse a pensar en lo que nos viene a partir de ahora en este 2018 desde una perspectiva política local. Son estos los últimos 365 días hábiles del mandato, toda vez que para el próximo diciembre andaremos ya metidos en la preprecampaña y en la carrera por ver quién es más listo, más guapo y más limpio en esta ciudad. Así que pasemos revista para ver qué nos encontramos.

En el PSOE es donde la cosa está más clara. Salvo conjunción astral, Gabriel Cruz encabezará la lista con unas perspectivas más que buenas de repetir en el sillón de mando municipal. Sólo las sombras que se ciernen sobre el Recre pueden hacer que le duela la cabeza dado el estado de shock en el que dormita la oposición -de la que ahora hablaremos-. Así que Cruz todo lo más que tiene que hacer es comenzar a plantearse quién va a repetir y quién se va a incorporar a su equipo.

En esa oposición quien tiene más trabajo sin lugar a dudas es el PP. No ya solo para encontrar un candidato con la solvencia y fuerza suficientes como para aspirar a la reconquista, sino para resucitar un proyecto que camina descabezado desde que sufriera la dura derrota de 2015. La falta de estrategia es más que evidente y ya no se apunta al grupo municipal sino que se mira a la dirección provincial en busca de explicaciones a la falta de pulso en la capital -y más allá-. Los días pasan rápido y a la contra, así que más vale que las encuestas que se van a encargar en enero den rápido con la fórmula de la resurrección.

Ciudadanos tiene buen pálpito por su empuje nacional. El tándem Rivera-Arrimadas gusta en la calle, pero en Huelva no parece que ni María Martín ni Julio Díaz vayan a ser los que lideren la futura plancha electoral. Habrá que ver si alguno de los dos descolla en estos meses y, si no lo hacen, qué estrategia toma la dirección de una fuerza que cada día gusta y está más de moda.

Izquierda Unida lo primero que tiene que hacer es aclararse. La confluencia de Podemos parece que es inevitable, pero más allá de eso tendrá que verse si quien la lidera es la coalición de izquierdas o los chicos de morado. Pedro Jiménez aparecía retirado hace unos meses, pero esa posibilidad puede haberse desvanecido. Siempre viene bien tirar de alguien con la carrera y el prestigio del veterano portavoz para lidiar una coexistencia que no se adivina fácil. Respecto a Podemos hay poco que decir, más que nada porque son ellos mismos los que no dicen nada.

En Mesa de la Ría nada va a cambiar, pues el programa es el mismo desde hace décadas y da lo mismo quien lo lidera. Respecto a los no adscritos habrá que ver por dónde caminan. Figueroa suena camino de la jubilación definitiva y Gallardo se halla en la difícil tesitura de embarcarse en una aventura compleja o volver a la vida civil. Difícil decisión para quien ha pagado los platos rotos de la nueva política.

Y todo esto contando con que todos se pongan a trabajar este año por el bien de la ciudad. Que no digo que no lo hayan hecho, sino que podrían hacerlo más. ¿O no?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios