El caballero del baño

Las municipales están a la vuelta de la esquina y son el sostén de las más altas aspiraciones electorales

Existe en Gran Bretaña una Orden de Caballeros del Baño que se denominaba así porque en el ceremonial de acogida de nuevos caballeros figuraba la obligatoriedad del baño previo a la nominación. Curiosamente, en el año 1945, recién finalizada la confrontación mundial, Churchill perdió las elecciones. Al parecer, el vencedor de la guerra, según los votantes, no era el indicado para dirigir la paz y como despedida le hicieron Caballero de la Orden del Baño.

Pues bien, la instalación del surrealismo por la victoria del adoctrinamiento en la falsedad y la escasez de fe democrática demostrada por los vencedores en Cataluña, en una confrontación no solo con el sistema constitucional vigente sino también entre lo urbano -C's ha ganado en las diez ciudades más pobladas- y el catalanismo más profundo del interior territorial, de perfil sobre todo rural, nos pone en un escenario crítico cara al futuro inmediato porque la correlación de fuerzas y las divisiones internas, junto a los intereses individuales, no auguran soluciones realistas para la situación que se vive.

A esto yo le añadiría el riesgo de contaminación hacia el resto del país, lo que podría significar un claro retroceso en la teórica superación de la crisis en la que estamos instalados con grave repercusión, no solo económica sino también política, pues si ya existía, aunque solapadamente, comienza lacaza de Rajoy por el propio "fuego amigo" y más si, como suele suceder, no se hace una lectura realista del fracaso del PP en estas elecciones.

Para ello, y es casi utópico, necesitan un Gobierno sin complejos -no lo ejercieron con mayoría absoluta, es dudoso que lo hagan ahora- con el mismo sentido de Estado, su mejor virtud, como han demostrado, por encima de otros intereses, pero sin dependencia de la opinión mediática internacional que demostrado quedó no siempre es imparcial. Y además tener partido que sostenga a ese Gobierno no puede ni debe ser que el presidente juegue en todos los campos. Las campañas de bajo perfil a las que se aficionó el PP últimamente no le son rentables, el activismo de sus estructuras está bajo mínimos y ésta es una gran clave de futuro.

Las municipales están a la vuelta de la esquina y son el sostén de las más altas aspiraciones electorales. Así que realismo, reacción y activismo sin complejos, pues si es así, Mariano Rajoy, prepárate para el Consejo de Estado que es la Orden del Baño a la española. A Churchill no le reconocieron y contigo tampoco lo harán.

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