silla de palco

Antonio Mancheño /

Por la bahía

Precisamente, en el arco oceánico que baña la Caleta y duerme atardeceres en Canela, se halla la gran masa de paro que azota a España. La encuesta de población activa lo deja claro. Cádiz, salada claridad y Huelva, orilla de las tres carabelas, ostentan el degradante título de, pelaos in extremum. Mano sobre mano en campo rampante y rosa pálida.

Acaba el año 2011 y los Magos traen, de nuevo, carbón en sus alforjas. Otro más, para los habitantes del sufrido sur del sur, condenados a contemplar sus asombrosos lunes al sol con apacible y fraternal sonrisa y, un poso de irónico destino. Aceptación de un trauma sin complejos. Gaditas y choqueros, unidos por lazos de pobreza.

Las ilustres seseras que a golpe de talón europeo dirigen, tras tres décadas, el último rincón de Andalucía, han logrado acotar en nuestra tierra el aforismo más grouchista y perdulario: "Saliendo de la nada, hemos llegado a conquistar, las más altas cotas de miseria".

La tasa de palmaos entre los arrabales onubenses ocupa cifras al rojo vivo. El 34,23% que arroja sin tapujos diciembre no deja dudas sobre la petulancia socialista, siempre ajena a esta lacra y dispuesta a malversar la sangrante evidencia. En ésta pesadilla, la Junta calla, y su política social es consecuencia del abandono de las fuentes de riqueza y del olvido de su capacidad productiva.

Puede sonar a chusco, pero hay que recordar a los profetas del progreso, la sostenibilidad y el ecopacifismo. Pepote igual que Chaves y Griñán, no han dudado en vendernos la burra de California e Islandia. Tecnología punta, investigación, desarrollo, innovación, competitividad, energías renovables, comercios saludables e industrias limpias. En un programa queda de dulce, pero la realidad demuestra que, tras la máscara, sólo hay humo, marketing y clientelismo.

El panorama es escalofriante y sombrío. En dígitos contantes, ochenta y cuatro mil cuatrocientos huelvenses se hallan en estado de coma laboral. No hay espacio en la UCI para tanta epidemia. Se han dejado a su suerte los recursos de la Cuenca Minera, la pesca de cerco y litoral, los recursos cinegéticos, forestales, agrícolas y eólicos del Andévalo, las economía vitivinícola del Condado, la promoción de las industrias cárnicas en la Sierra, la agricultura de primor y su valor añadido en puestos de trabajo, la inversión y modernización de las infraestructuras básicas (puertos, carreteras, ferrocarriles, presas, puentes, aeropuertos) y se ha pasado página, a las grandes propuestas turísticas, culturales y deportivas. Los importantes nichos sectoriales del polo químico han ido arrinconándose y lastrándose ante la burocracia e indolencia oficial.

La conclusión, es un reguero de familias en permanente situación de riesgo. Son más de veinticinco mil los hogares que tienen a todos sus miembros en paro. Lejos quedan los ecos de aquellas sevillanas que un día cantaron el afán marinero de dos pueblos hermanos. Cádiz y Huelva, con "una mano alante y otra atrás", unidos por la bahía del duende y de la hambruna.

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