Lo venían reclamando desde hace tiempo pero ya han tocado fondo. Los empresarios onubenses levantaron la voz bien alta en su última junta directiva para exponer que se han cansado de las eternas promesas de Gobierno central y Junta y exigir un paso al frente para que Huelva abandone el retraso histórico que padece en la construcción de infraestructuras vitales para la provincia. Los integrantes de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) han hecho público un manifiesto en el que demandan acción a las administraciones en materia de ferrocarriles, carreteras, obras hidráulicas y de comunicación aérea o marítima porque, de lo contrario, la provincia va a ser incapaz de converger con el resto de España y de Andalucía. Los empresarios, que son los que conocen por dónde se mueven las líneas de desarrollo, cifran en 1.000 millones de euros el atraso que padecemos por estos lares y señalan que, en el mejor de los casos, eso no estará superado al menos hasta el año 2040. Increíble, desolador y, con perdón, acojonante.

A esta reclamación se han unido sin poner una sola coma los sindicatos UGT y CCOO, que han dejado al margen la lucha de clases para anteponer la de la propia supervivencia laboral. Es más, las dos centrales han señalado con dureza a los ejecutivos central y autonómico al acusarles de maltratar, ningunear y olvidar a Huelva. Palabras fuertes que demuestran hasta dónde llega el hartazgo. Al tiempo, darse una vuelta por las conversaciones a pie de calle o por ese patio que son las redes sociales ha servido a cualquiera para darse cuenta de hasta dónde están cansados los onubenses.

Y ante esta situación, ¿qué han hecho los gobiernos de Madrid y Sevilla y los partidos que los sustentan? Pues nada o, más bien, lo de siempre. A saber, echarle las culpas al de enfrente, defender su labor y criticar la manía persecutoria del contrario. Todo ello muy aleccionador y muy en respuesta a las reivindicaciones ciudadanas. PSOE y PP juegan a tirarse a la cabeza sus retrasos, como si la llegada de la alta velocidad, el desdoble de la N-435, la presa de Alcolea o los accesos a la costa fuesen peticiones surgidas antes de ayer y no reivindicaciones históricas que arrastran años de olvido e indiferencia. La famosa Agrupación por las Infraestructuras auspiciada por la Diputación también ha quedado en entredicho, pues el liderazgo que debía ejercer está claro que no se ha materializado.

Y, ante esto, ¿qué? Pues los empresarios lo tienen claro y se ofrecen ellos para encabezar las medidas de presión y protesta que sean necesarias. Por el momento, han enviado sendas cartas a Madrid y Sevilla en busca de respuestas y han advertido de que si no hay respuesta a finales de este mes darán el siguiente paso. Será en ese momento cuando veremos hasta qué punto está Huelva dispuesta a mojarse para garantizarle un futuro mejor a sus jóvenes. Y veremos también hasta qué punto estas reclamaciones calan en unos partidos con la mirada puesta ya en las próximas citas electorales. Por el momento, parece hay quien se despereza y exige lo que nos corresponde. Esperemos que al fin haya alguien al otro lado que escuche y tome medidas. Por la cuenta que les trae.

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