Nos afecta a todos

Nos vamos a enterarcomo no impere la razón dentro del PSOE

Imagínese que un producto de una marca, con unas características determinadas, no se vende mucho, pero que a pesar de sus malos o mediocres resultados insiste con él por la creencia de que es el mejor y de que terminará convenciendo. Asimismo, considere que las demás también lanzan la misma mercancía pero con prestaciones y elementos diferentes, encontrándose entre ellas las de más éxito y ganancias. Pues bien, supongamos que un buen día a esas últimas se les ocurre cambiar ofreciendo lo mismo que la primera y consiguen persuadir a los compradores de las bondades del cambio. No hay certeza absoluta de lo que pueda ocurrir pero tendrán el riesgo de que dejen sus puestos de cabecera para ser ocupados por la primera. Más o menos, eso es lo que le sucedió a CiU, que de ser un partido nacionalista, sin pretensiones independentistas -al menos, públicamente- pasó a ser furibunda de la segregación de España y ¿qué pasó? Pues que ERC subió, subió y subió como la espuma, convirtiéndose en la auténtica fuerza alternativa de Cataluña con más intención de voto, en detrimento de los convergentes y unionistas. Eso no es óbice para admitir que sea probable que la corrupción haya hecho mella en lo que ahora se conoce como Pedecat. La cosa viene a ser algo así como que si tengo que aceptar o apoyar a algo es mejor hacerlo con lo original y no con un sucedáneo.

Al PSOE con estas primarias, cuya votación será el domingo, puede sobrevenirle unas consecuencias similares a las de CiU, si la militancia se decanta por un Pedro Sánchez cada vez más alejado de la tradición socialista y más cercano a un líder de Podemos. Sánchez, con poca originalidad, ha manifestado que si gana y accede a la Secretaría General presentará una moción de censura a Mariano Rajoy. Vale, está en su derecho pero ¿qué puede acarrearle ese mimetismo? Pues que si vence porque logra adeptos para esa deriva populista del PSOE, este partido tiene el peligro de que los votos terminen yéndose a Podemos y no para los socialistas o que éste los fagocite. ¿Y después qué? ¿Una refundación como la de CiU? O peor aún, ¿una integración en otras filas o una ruptura irreconciliable? El PSOE es un partido muy importante como para que caiga en manos de quienes han demostrado que están fuera de la realidad, han cosechado sus resultados más penosos en la historia de la organización o son unos irresponsables. Su situación nos afecta a todos y nos vamos a enterar todos como no impere la razón el próximo domingo.

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