ME consta que en el Recre hay preocupación ante el partido del sábado en Zaragoza. Y entiendo que haya esa nerviosera lógica ante tan trascedente cita.

Pero yo hago la siguiente reflexión: si es comprensible que en el Recre haya recelo, ¿qué tiene que pasar en el Zaragoza? Vaya por delante que en todas las quinielas, propias y extrañas, se colocaba al Decano como uno de los candidatos a pelear por no descender. A la vuelta de 32 jornadas así es. Pero, ¿en qué quiniela estaba que el Zaragoza, a fata de seis jornadas para acabar la Liga iba a estar en puesto de descenso?

Por supuesto que es trascendente para el Recre el partido del sábado. Por el simple hecho de que si lo gana ata más de media permanencia. No porque, en el peor de los casos, pudiera caer de nuevo en posiciones de descenso. Sería un retroceso, sí, pero quedarían cinco partidos para jugarse la vida de nuevo -como lo ha estado haciendo desde el mes de septiembre-, lo mismos que otros dos o tres equipos más.

Admito que todos podemos estar preocupados por la suerte que puede correr el Recre en éste y en los siguientes encuentros, pero al mismo tiempo me hago sólo la idea de lo que puede estar ocurriendo en una entidad como el Zaragoza, que empezó jugando la Copa de la UEFA y que había confeccionado un equipo para pelear por la Liga de Campeones. Y la verdad, yo no me cambio por ellos.