La primera de ellas, situada en la intersección de las calles Gran de Gracia con Santa Magdalena, tiene un edificio singular y muy sencillo construido durante el siglo XVIII con un reloj de sol en su fachada, que junto con el magnífico y especial sabor de las palmeras y de su fuente allí existentes dan a esta plaza un sabor especial.

La plaza Anna Frank se inauguró el 13 de Febrero de 1998, con ella este trozo de Gracia respira un poco más. Poner este nombre a esta plaza fue un regalo para Barcelona en general y en particular para Gracia, es decir, significo un gesto de gran sensibilidad ya que compensó algo extravagante y singular que ocurría desde hacia tiempo en la calle Séneca de este barrio: una librería que distribuía material nazi. Al final, durante el año 1996, y como consecuencia de un enérgico movimiento vecinal la policía incautó todo aquel material.

La plaza del Diamant comparte con la plaza del Sol las grandezas de las fiestas Mayores de este barrio popular. La del Diamant es la plaza universalmente más conocida de entre todas las de nuestro mundo literario gracias a la escritora Mercè Rodoreda y a la novela que escribió con el nombre de esta plaza como título. A doce metros de profundidad hay un refugio antiaéreo, el primero que se empezó a construir en Gracia después del bombardeo que sufrió esta zona la noche del 13 de febrero de 1937.

La plaza de la Virreina, también conocida como la plaza de Sant Joan por la presencia de la Parroquia del mismo nombre, la rodean las calles Santa Creu, de la Iglesia, Asturias y Or. Cuando el Virrey Amat murió, su viuda María Francesca vivió durante nueve años en la residencia que este matrimonio poseía en este lugar. De aquí el nombre de plaza de la Virreina. Más tarde y después del correspondiente derribo, en este lugar se edificó la iglesia de San Juan Bautista, obra del arquitecto Magí Rius que actualmente preside la plaza.

La plaza Rovira y Trias tiene este nombre en honor al insigne arquitecto. Nacido en Barcelona el año 1816 en el seno de una familia de grandes arquitectos que se inician durante el siglo XVIII y de la cual el fue el segundo miembro. Autor de numerosas obras en Barcelona, de entre las cuales destacan el edificio de Baños Nuevos en la Barceloneta, el Teatro Circo Barcelonés y el proyecto de la Lonja del Palacio Moja en la Rambla. Durante el año 1859 ganó el concurso de la urbanización del ensanche de Barcelona, pero que después se adjudicó al ingeniero de caminos Ildefonso Cerdá.

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