SUPERADO el espejismo de los buenos resultados que había cosechado el Recreativo en las últimas semanas, ante el Salamanca el 0-2 nos ha devuelto a la cruda realidad. No hay equipo para ascender, salvo que se produzca un cambio que, por lo visto en lo que va de campaña, parece que no será realidad. Cuando se anda con fuego uno acaba quemándose y en esta ocasión el Recre lleva camino de arder como una tea, que no quiere decir que acabe en Segunda B. Dicen los entendidos que en Segunda no se juega al fútbol que, para ascender, sólo hace falta aprovechar las ocasiones. No creo que sea así. Cuando se juega mal y se gana de vez en cuando no se asciende y si logra dar el salto, en un año estás de regreso. En el Recre se apostó por el juego bonito y se fichó pensando es eso. Así se pregonó a los cuatro vientos y así nos lo devuelven los malos resultados y el pésimo juego del equipo. No se hizo para ascender y veremos si se ha hecho para no descender.