A TODOS nos gustaría poder estar a en estos momentos comentando tal o cual incorporación, aquel fichaje o esta contratación, pero parece que la pretemporada va a ser larga y difícil. La mejor receta para sobrellevarla: una dosis de paciencia y repetirse aquello del piano, piano...

El Recreativo tiene como la mayoría de los equipos que descienden un grave problema. Vive lastrado por el peso que supone esos compromisos adquiridos. De momento se ha movido dentro de su poco margen de maniobra. Ha reforzado fundamentalmente la defensa, que no es poco. Sin embargo, otro año más parece abocado a esperar y pescar en el río revuelto de un mercado que no ha ofrecido grandes movimientos en ningún lado.

Si como dicen los rectores recreativistas el presupuesto para la actual campaña rondará los cinco millones de euros (aunque es posible que al final sea algo más), resulta que el dinero inmovilizado por esos jugadores que van a salir y no lo han hecho casi equivale a esa cantidad. La suma de las fichas de Beto, Nayar, Sisi, Camuñas (en su caso es un previsible traspaso) o Lamas suponen más de la mitad de ese dinero. Es un problema. Hay que dar salida a esas piezas que no quieres y que no te sirven sin que con ello hipoteques tu futuro. la tarea no es nada fácil. El tiempo corre y la complejidad de no malvender a futbolistas devaluados es cada vez mayor.