El monumento del pebetero de La Rábida se hizo aprovechando el paso el 12 de junio de 1992 de la antorcha olímpica en su recorrido a Barcelona. Fue visitado por el entonces príncipe Felipe y el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch. El pebetero fija los lugares colombinos como lugar de certificación del paso de la antorcha de Europa a América. Este monumento habría que tenerlo siempre con la llama encendida y mejores condiciones, pues es un atractivo turístico de los lugares colombinos que apenas se fomenta.