La situación dentro del PP onubense sigue estando más que movida por mucho que la dirección se empeñe en decir que aquí no pasa nada. Tras el lío del grupo municipal en la capital, ahora le toca el turno al de Almonte, que el pasado jueves emprendió la marcha en claro enfrentamiento con las directrices que emanan desde la sede popular en la capital. Fuese o no esperada la resolución del conflicto, lo cierto es que arroja una pésima imagen del partido al exterior, se quiera ver o no. Y aún hay quien dice que puede haber más jaleos.