¡Ojú!, el de la luz

El dirigente chino defiende las tesis del libre mercado y Trump quiere un proteccionismo exacerbado

P style="text-transform:uppercase">arece premonitoria la sabiduría popular y más en nuestra tierra porque no me negarán que el dicho popular de nuestra infancia: "¡Ojú!, el de la luz" tiene plena vigencia en estos días. Esa era expresión de temor, de incertidumbre, de inquietud ante lo desconocido… y justamente hoy, en plena ola de frío, comenzará lo que en tiempo puede ser una nueva era en la historia universal y como todo lo novedoso, genera incertidumbres que solo el tiempo y el desarrollo de los acontecimientos podrán despejar.

Ante ello, el estilo más castizo aseveraría lo de "¡Ojú!, el de la luz" porque hemos pasado de la famosa "conjunción planetaria" al imprevisible fenómeno Trump, lo que pone de manifiesto el gran fracaso de Obama -mal perdedor con ofensa incluida a su correligionaria Hillary- que no es otro que la victoria de Trump. Este hecho revela, como dice algún experto, una tendencia europeizadora de la política americana donde el populismo gana terreno ante el descontento de las clases medias por mucho que las acomodadas figuras hollywoodienses se nieguen a aceptar la fallida política obamista respecto al americano medio. No olviden y sepan que es el partido demócrata quien representa a las élites americanas. Para ejemplo del eventual cambio de modelo universal nos encontramos en Davos al dirigente chino defendiendo las tesis del libre mercado y a Trump con un proteccionismo exacerbado.

"¡Ojú!, el de la luz", ya veremos qué sucede porque como las cosas sean como el recibo de la electricidad, entonces sí que acabamos liados porque no lo entiende ni el que lo diseñó, pero lo disfrutan las empresas del ramo ante la inacción de unos gobiernos, lo venimos padeciendo de antiguo, con las medidas regulatorias y un verdadero control de la competencia.

Sí, no llueve, no hay viento, sube el gas, el petróleo… vale, pero si el coste real de la luz supone alrededor del 40% de la factura, el 60% restante, que son tasas, podría utilizarse para compensar el crecimiento de otros costes pero como no quiero liarme como el galimatías del recibo, en esta época de "diálogos y consensos" quisiera ver a la oposición azuzando al Gobierno para tomar decisiones, en este tiempo climático crítico, para hacer ajustes aunque sean coyunturales, que protejan a los más desfavorecidos. Lo que les digo, "¡Ojú!, el de la luz", cuán incierto va siendo todo y no encienda nadie una candela que nos quemaremos.

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