Nadie está a salvo

El índice de radicalización islamista en Andalucía es muy bajo y sólo llega al 3% en Málaga y Almería

Manchester ha sido la última parada del tren del terrorismo yihadista que recorre Europa. París, Bruselas, Niza, Berlín, Copenhague... Nadie está a salvo, aunque los expertos dicen, con toda la cautela del mundo, que España tiene un riesgo menor que otros países. Un dato es que proporcionalmente hay más nacionales de Francia, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Holanda, Dinamarca o Suecia como voluntarios luchando en las filas del ISIS. Otro, que el índice de radicalización que elabora el Ministerio de Interior sólo apunta situaciones de alguna alarma en las provincias de Barcelona, Madrid y Murcia. En Andalucía es muy baja, y sólo llega al 3% en Málaga o Almería.

Esta semana, en Sevilla, dos de esos expertos, el ex secretario de Estado de Interior Francisco Martínez Vázquez y el periodista Ignacio Cembrero, han explicado las razones de esa relativa mejor posición española en el tablero de la seguridad. Aquí estamos en un nivel de alerta 4, mientras en Francia ya llevan más de un año en el 5 y Gran Bretaña acaba de establecerlo. Cembrero incluso piensa que se sobreactúa en esta materia. Como si fuese un efecto placebo, añado de mi cosecha, para dar tranquilidad, o para que los políticos se curen en salud: si pasa algo siempre podrán decir que ellos estaban pendientes. Las medidas de seguridad en los ferrocarriles es uno de los ejemplos que puso el periodista: se hacen en unas rutas pero no en otras; en la alta velocidad, pero no en cercanías; se pasa el aparato de detección por el cuerpo deprisa y corriendo, pero no descubriría un chaleco de explosivos... En resumen, se molesta al público con una efectividad muy relativa.

Martínez, por el contrario, insistió en la eficiencia policial y añadió que se siguen las recomendaciones de los técnicos. Por ejemplo se toman decisiones semanales en el seno del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) en reuniones en las que participan policías, guardias civiles, servicios de inteligencia y policías autonómicas.

Las razones por las que España esté relativamente mejor situada en este momento son variadas según los especialistas. Un nivel de islamofobia bajo, el hecho de que no haya todavía hijos de inmigrantes de segunda y tercera generación, un eficaz trabajo policial o de vigilancia en las cárceles en donde se hacen adeptos... Y en todo caso, la constatación de que hemos entrado en una fase del terrorismo yihadista low cost, hace que nadie esté a salvo. Malos tiempos.

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