TAL día como hoy, hace 60 años, el día 28 de marzo de 1948, Domingo de Resurrección, el que fuera un gran torero, ídolo de la afición, Miguel Báez Espuni, toreaba por primera vez en Huelva, lo hacía acompañado de Costillares y Juanito Posada, con novillos de Esteban González.

Había toreado por primera vez el 1 de junio del año anterior en Manzanilla y por varios pueblos de la provincia, cortando la primera oreja de su vida el día 2 de agosto en Calañas y vistió por primera vez traje de luces en Valverde el día 17 del mismo mes.

Entre mis viejos papeles, amarillentos, encuentro lo que yo "me" escribía para mi recuerdo, sin pensar que pudiera algún día salir a la luz, dice así:

"Se hablaba bastante en Huelva de las aptitudes para torear de un hijo del famoso matador de toros Miguel Báez y hermano del infortunado, ídolo de la afición onubense, Manolito Báez 'Litri'. Este chiquillo, que cuenta unos 16 años, espigado, morenillo, pausado en el andar, estudia en el colegio de Hermanos Maristas. Influido por algunos amigos de su hermano y él no olvidando el apellido Báez y el apodo de 'Litri' pone de su parte cuanto puede y encuentra calor, cariño y apoyo en la sin par Tertulia Litri (ejemplo de fidelidad y homenaje a la memoria de un modelo de ciudadano y pundonoroso lidiador) y comprende el deseo de toda Huelva de verlo hecho un gran torero, fiel continuador de una dinastía".

Después de aquel 28 de marzo, torea en Bilbao su primera corrida con caballos, una novillada grande y aparatosa de la Viuda de Molero con Pablito Lalanda, que llevaba cuatro temporadas y con Isidro Marín; la prensa de Bilbao destacaba el valor del chiquillo.

El resto de aquella temporada torea por varios pueblos de la provincia, sólo fuera lo hace en Barcarrota el día 9 de septiembre donde resulta empitonado. En Huelva el 6 de junio, el 1 de agosto y el día 3, cortando orejas en todas sus actuaciones.

Pero lo grande estaba por venir; la temporada siguiente fue espectacular; había sido anunciado en un festival en Sevilla, habiéndose suspendido por lluvia, otro en Nerva y en Osuna, cortando oreja y rabo.

Fue anunciado en Barcelona la primera novillada de la temporada el día 19 de marzo, suspendiéndose por lluvia y toreando al día siguiente en Valencia, novillada fallera, con Calerito y J. Aparicio, cortó cuatro orejas y rabo. Aquí da principio la apoteosis… 115 novilladas y la locura en Huelva.

El gran aficionado y mejor persona, Pepe Ramos, lanzaba cohetes desde la plaza de La Soledad cuando cortaba trofeos, la gente los esperaba, se salían de los cines a preguntar si había trofeos, los esperaban y los gritos de entusiasmo se escuchaban por las calles. Más tarde el locutor de Sevilla daba lectura a la crónica de la corrida que escribía Enrique Vila, los bares se llenaban de gente para escucharlas y el entusiasmo se desbordaba; quien no conociera aquello no se lo puede figurar; fue un verdadero alboroto en toda Huelva que supo agradecer al torero que dejara siempre tan en alto el pabellón de esta bendita tierra.