El Aguaó

Antonio / frochoso / gil

¿Inseguridad o soledad?

LA cuadratura del círculo. Eso es lo que ocurrió en el pleno del día 31 con lo de la Hermandad del Nazareno para que no pase por la carrera oficial este año y van dos seguidos. Y es que la decisión tomada por el pleno en su día de autorizar esto, bajo el argumento dado de una inseguridad en la carrera oficial o ¿habría que llamarle soledad en palcos y sillas?, me parece de una grave irresponsabilidad. Pero pareciéndome acertada la propuesta de tratar el tema en mayo, según propone la Hermandad de la Borriquita, ¿por qué en vez autorizar a que la hermandad no pase, no ha sido al contrario? Porque si hay inseguridad en la carrera oficial como esgrime la hermandad, que no lo pongo en duda, lo que debe hacer el Consejo es poner todos los medios necesarios para que la inseguridad se convierta en seguridad y la hermandad así exigirlo, pero nunca hacer que parezca que los estatutos son como un chicle que se estira a nuestra conveniencia. Los estatutos tienen talla única no se deben aplicar según la talla de quien lo solicita .Y me pregunto, ¿es que nada más que hay esa inseguridad para la hermandad en la carrera oficial? Porque, a ver si la historia va a estar en otro debate. Y que conste que para mí, la menos culpable, es la propia hermandad del Nazareno, porque tengo claro que en mi casa hago lo que quiero pero en la ajena hago lo que me dejan hacer. Y si me dejan no pasar, pues no paso y aquí paz y después gloria. Aunque de gloria, la que algunos se están cubriendo con este asunto.

No seré yo quien le diga a la Hermandad del Nazareno a qué hora debe salir. Eso debe ser decidido solo por los hermanos. Como tampoco seré yo el que diga a qué hora debe pasar por carrera en otro horario para que haya más seguridad o más gente. Eso es cuestión del Consejo. Pero es que decisiones como estas pueden abrir una caja de pandora de incalculables consecuencias futuras. Ni el Consejo en particular ni el pleno en general, debería haber consentido tal desatino al autorizar a una hermandad a incumplir un artículo -el 61, de obligado cumplimento para todas las hermandades que pertenecen al Consejo- y, además, se le abona la parte proporcional que le corresponde de unos palcos por donde no va a pasar. ¿Y quién va a restituir a los abonados de los palcos los 6,92 euros que les corresponde por no poder presenciar el paso de una hermandad por la que han pagado por ver y que el pleno legitima para que no pase?. Y ¡ojo!, 6,92 x 1.000 palcos que puede haber son 6.920 euros supuestamente a devolver. Y consentir algo que está mal a sabiendas, eso tiene una palabra señores del pleno. Y es que, tras esto, puede haber hermandades que se crean plenamente legitimadas para incumplir los estatutos cuando se les apetezca. Y a ver quién es el guapo que la sanciona. Y cuidado, que hay hermandades que esta carrera oficial no les gusta ni un pelo. Los estatutos están para cumplirlos. Todos y cada uno de ellos. Pero si no se cumplen, hay que exigirlo. Otra cosas es querer hacer la vista gorda con incumplimientos "por si a mí me toca otro día". No, aquí no vale todo. Ha costado muchos años darle a nuestra Semana Santa la importancia, la seriedad, el rigor y la dimensión que hoy tiene. Y muy poco dirá de todo esto con errores como el que se ha admitido por querer mirar para otro lado. ¡Señor!, qué difícil es algunas veces hacerles entender a los que no les gusta esto del mundo de las hermandades que sacar las cofradías a las calles no es solo sacar pasos a la calle.

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