TODOS sabemos, perfectamente, como se genera entre el publico el ambiente festivo y expectante del espectáculo taurino y mas, si como en el caso de Huelva, las corridas de todos son escasas en numero -todo hay que decirlo- con carteles generalmente bien rematados, por la presencia de primeras figuras. El de hoy, difícilmente mejorable, "redondo" que dicen los cabales. Si a esto añadimos el vigésimo quinto -bodas de plata- de la Plaza de la Merced, en esta nueva etapa y el hecho de coincidir, como tradicionalmente, con las Fiestas Colombinas, tenemos todos los aditamentos precisos para el triunfo aunque siempre sometidos a lo que el toro desarrolle durante su lidia.

Así, pues, aniversario, Colombinas, cartel de figuras y ansias taurinas de los aficionados, conforman una combinación de elementos optima para la euforia. Tras ello, conocemos de otros años, determinados comportamientos y predisposiciones que bien orientadas, desde posiciones estratégicas en las gradas, permitieron salidas a hombros y triunfales de protagonistas secundarios del festejo. Pues bien, basándome en todo ello y, desde luego, por pura intuición, es por lo que me hago la pregunta del titulo.

Están en el cartel toreros muy capaces, el ganadero, es local y el ambiente, festivo por lo que con estos ingredientes y a poco que haga alguno de los morlacos, el éxito esta servido.

Imaginen esta tarde, en las manos de Enrique Ponce, todo es posible - lleva dos toros indultados en el últimos mes de forma discutible- por su forma de torear, su dominio, su sentido de las distancias,…le permite alargar la faena, para proponer, si en el callejón el ganadero asiente, la propagación a las gradas y el indulto estará servido.

No seré yo quien se oponga al indulto de un toro que reúna requisitos para ello y lo demuestre durante la lidia. Sin embargo, no puede, ni debe fundamentarse todo en las habilidades del torero que, indiscutiblemente, influyen muchísimo, pero es básico saber distinguir entre el dominio del torero y la condición del toro.

El sentido de la distancia y Ponce, al que hemos citado, es un maestro en ello, hace que el toro se alegre en la embestida, se crezca, se sienta más capaz de lo que en realidad es y mejora su arrancada. Es aquí, donde el publico debe saber discernir porque todos captamos las grandes faenas, lo difícil es conocer al toro, la lidia que se le da y la evolución de sus condiciones durante la misma. Esta es la clave y por ello, entre otras cosas, es grande la Fiesta. Por tanto, no seamos impulsivos y nos dejemos arrastrar solo por la estética. El indulto, es bello, emocionante y, cuando se merece, justo. Así, pues, ¡bravo, para el indulto del toro!