Cada año cuando pasan las Fiestas Colombinas nos queda a los onubenses un sabor de historia grande en la mente, pero también un regusto de alegría popular en el corazón.

Otra vez hemos sabido interpretar los recuerdos históricos del pasado con pundonor, con valentía y con ese sentido colombino que pocos lugares pueden demostrar como nosotros mismos.

Particularmente he sentido un gran contento con la celebración del día 3 de agosto en La Rábida, donde los actos revistieron gran solemnidad y sentido de historia.

La Eucaristía, evocadora a la que asistieron los marineros descubridores, fue solemne y con un atractivo musical de primer orden: las corales Santa María del Valle y Santa María de La Rábida, bajo la dirección de Antonio Gómez Ligero, fue sorprendente y maravillosa, dando al recinto conventual un auténtico eco catedralicio.

La sesión extraordinaria, solemne, de la Real Sociedad Colombina Onubense se desarrolló en la línea tradicional de cada año con la presidencia del almirante de la Flota de la Armada Española, Juan Rodríguez Garat, en nombre de la Armada con un final emocionante. En ella la Sinfónica Municipal del Ayuntamiento de Huelva, bajo la experta dirección de ese gran músico que es Francisco Navarro, con el acompañamiento del Orfeón de Huelva que dirige otro gran profesor, Vicente Ballester, interpretaron el Himno de la Real Sociedad Colombina con sentida letra de amor a Huelva y a la Historia colombina.

Pero de manera especial y particular me agrada resaltar el final de las Fiestas en la Caseta del Real Club Marítimo de Huelva, donde en la entrega de trofeos de la Semana Náutica Colombina, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, tuvo unas sinceras palabras de afecto a la Sociedad Colombina Onubense como fundadora, con el Ayuntamiento, de nuestras fiestas populares en 1880.

Gabriel Cruz resaltó la importancia y el trabajo de esta Real Sociedad que durante 138 años mantiene el sentido de una fecha inmortal y el orgullo onubense de su protagonismo. Nuestro alcalde supo de forma amistosa y llena de afecto valorar y enaltecer a esta Sociedad centenaria que mantiene en alto, como sociedad privada, todo el amor a Huelva y de los municipios de Palos y de Moguer, puntales de la hazaña y cooperante en la empresa además de con hombres, con la organización y puesta de dos carabelas.

La Real Sociedad Colombina mantuvo un año más el espíritu de solidaridad en el homenaje a la provincia entera que cupo el honor de ser madre de un Nuevo Mundo.

Mi más cordial felicitación a Huelva Información por su labor diaria en ofrecer a sus lectores una magnífica cobertura de nuestras fiestas. Todo un ejemplo profesional, veraz y acertado.

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