UNA cosa puede distinguir al Recre con respecto a sus rivales directos en la pelea por la supervivencia entre los grandes. Se trata de estar habituado a convivir con el riesgo, a afrontar situaciones extremas con asiduidad y a no desesperarse ante las eventualidades más adversas. Todo eso se da cita en el Reyno de Navarra en el partido de hoy.

Un equipo malacostumbrado a este tipo de encuentros estaría firmando su sentencia de muerte, que en este caso es de descenso. Y ese equipo, a día de hoy, me da la impresión de que no es el Recre.

Al estar jugando en el mismo abismo desde hace tiempo, que le llegue un compromiso tan cargado como éste en Pamplona no dedebe representar nada especial. Simplemente lo debe afrontar como un partido más, en el que evidemente tiene mucho que ganar y mucho que perder.

Peor le pueden ir las cosas a aquellos equipos que no sepan jugar con el agua al cuello, en peligro de extinción y con la espada de Damocles encima si se tiene un mal resultado. Voy más lejos, incluso le pueden ir mal a aquellos equipos que, después de sobrevivir tempestades y entrar ligeramente en zona de calma-chicha, se creen que todo esté hecho y que el peligro ya ha pasado. Las recaidas en fútbol son mucho más dañinas que la enfermedad en sí.

Ya he dicho en otras ocasiones que veo al Recre con vida. De momento. Con ganas de salir a flote, sabiendo que su cruzada en la búsqueda del santo grial de la permanencia se presenta larga, y siendo consciente de que ni un resultado adverso te hunde, ni un marcador favorable te salva. En ese sentido ya le tiene ganada la mano a muchos equipos que, de momento, han salido un poco a flote pero que ni mucho menos han dicho adiós al descenso.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios