VAYA por delante que no tengo ni idea quien es este Sebastián Nayar. Lo único que intuyo es que el Recre ha hecho una apuesta de futuro con este futbolista.

A sus 20 años me apuntan que es una joven promesa, que apunta alto, que va para grande. Me dicen que tiene un carácter fuerte, pese a su juventud, pero que en los últimos tiempo lo ha ido apaciguando.

Que Boca Juniors arme tanto alboroto por un futbolista que sólo ha jugado dos partidos con el primer equipo me da que pensar que estamos ante un buen jugador. Si no le importara, el revuelo sería menor. No es así. Boca Juniors anuncia guerra con esta fuga de talentos que supone perder a este mediocentro aguerrido, con descaro, fuerza y con sentido a la hora de jugar la pelota, como me lo definieron desde allá.

No sé si con Sebastián Nayar el Recre va a vivir otro culebrón tipo Ersen Martin, con reclamación incluida a la FIFA, que es donde puede acabar el asunto a poco que la AFA (la Federación Argentina), a instancias del Boca Juniors, no le tramite el tránsfer.

Lo que sé es que el Recre apuesta mucho con este jugador de futuro -operación tipo Uche-, que es el camino que tiene que recorrer un equipo que, a la fuerza, tiene que estar preparado para dejar salir a sus talentos. El aficionado tiene que asumir que la subsistencia del club pasa por apuestas de este tipo que, tarde o temprano, acabarán yéndose. Pero dejando dividendos, eso sí.