Apple ha retirado del mercado de repente su Apple TV de tercera generación. El resultado para el cliente es que el diferencial de precio es de algo más de 100 euros. Concretamente, algo mas de 70 euros que costaba el anterior -que ya no se puede adquirir-, a 179 del nuevo.

Paralelamente y sin solución de continuidad, nos enteramos de que Whatsapp dejará de funcionar en los móviles más antiguos, con lo que a los esclavusuarios no les quedará más remedio que cambiar de terminal si quieren seguir enganchados a la dichosa aplicación.

Es la forma que toma la nueva esclavitud vinculada al gasto desmesurado e innecesario.

Si lo piensan detenidamente, el esquema es tan antiguo como el capitalismo. Primero hacemos indispensable el servicio a partir de la vinculación de apóstoles a la nueva fe. No hablo de clientes, hablo de apóstoles enganchados a la nueva religión; la zombi hiperconectividad.

Cuando el esclavo-apóstol ya no puede pasar sin el artilugio, se gastará lo que sea necesario para seguir el redil que los gigantes de la nueva religión, perfectamente organizados y sincronizados, le pautan a costa de su bolsillo. Y lo peor de todo es que no tendrán elección: o móvil nuevo o no hay Whatsapp.

Mensaje que parece orientado a niños de párvulos a los que el sistema, de la mano de Alphabet, Facebook, Apple, Microsoft, Whatsapp y Twitter han convertido a los ciudadanos.

Es el nuevo universo del capitalismo que ha conseguido reinventarse a partir de hacernos a todos más tontos.

La libertad empieza por independizarse de lo que nos esclaviza, ya sea un objeto o una emoción equivocada.

No se trata de eliminar la tecnología, que sin duda ayuda mucho, sino de hacer un uso inteligente y no otorgar a los nuevos artilugios el poder de nuestra imagen.

La hiperconectividad es la evidencia del cibercateto, capaz de llevar un smartphone a la última junto a un reloj barato.

A falta de parné el Apple ha sustituido al Omega.

Es el signo de los nuevos tiempos.

No cambien su móvil y dejen de usar Whatsapp y Facebook.

Yo no los tengo y sigo vivo.

Evitarán empobrecerse más y que les controlen, pues para colmo quienes nos sacan las perras del bolsillo ganan dinero vendiendo nuestros datos que circulan por la red sin que apenas nos demos cuenta.

Una recomendación para este año que iniciamos: lean el magnífico ensayo Promesas y realidades de la revolución tecnológica de Jesús Briones. Editorial Catarata.

Felices Reyes.

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