Enhorabuena colega

Quiero pensar, que la consejera al leer tu texto no podrá permanecer insensible

Felicidades amigo y colega. Déjame rinda la pleitesía debida a tu gesto, a tu gallardía, a tu rigor, a tu acierto, … en la carta dirigida desde la Asociación por una Sanidad Digna, a la nueva consejera. Es muy difícil expresar en tan poco espacio todo lo que tú planteas y más aún, de manera tan contundente como respetuosa -a veces, las formas pueden acabar ensombreciendo la verdad del fondo y desvían la realidad- con lo cual, refuerzas enormemente las fortalezas de tu incuestionable argumentario.

Esto seguro, pues, que lo has conseguido no solo por tu carácter, tu forma de ser… sino porque como buen médico tienes el necesario perfil humanista -¡ojalá! no se pierda nunca- de ver y vivir más allá del mero conocimiento científico, lo que me lleva a citar a Bob Dylan, más en tu caso de gran aficionado a la música, él nos decía: "… detrás de cada cosa hermosa, hay cierto tipo de dolor…".

Tu carta es pura expresión de ello. La medicina es hermosa, ayudar a los demás, gratifica y la vocación es la gran herramienta frente a la desmotivación. Por eso nos duele el deterioro sanitario porque al médico y tú lo eres y de los buenos, también, nos duele el dolor de nuestro paciente, la impotencia ante las limitaciones de la ciencia… pero debemos, precisamente, por nuestros enfermos rebelarnos frente a la incompetencia y la mediocridad de esos gestores políticos y legisladores sanitarios que nunca sufren las limitaciones y perversiones del sistema porque la política siempre encuentra atajos que son inalcanzables para los usuarios convencionales.

Cuánto más podría decir pero insistiré en mi admiración personal por tu claridad expresiva, por tu defensa de esta tierra sin ser de Huelva, lo que no te ha impedido captar la necesidad de encontrar, por encima de servilismos e intereses particulares, alguien grande que piense en esta provincia.

Discúlpame por hacer público tu gesto que supongo se ha difundido por las redes sociales. Quiero pensar, que la consejera al leer tu texto no podrá permanecer insensible y si lo hace, quedará fuera del aserto de Bob Dylan. Tu apelación a la Medalla de Andalucía, es oportuna al aludir al compromiso del galardonado con sus conciudadanos. Ahora, ella, debe dar la respuesta necesaria como tú cada día en tu función de intensivista. Con esto ya doy alguna pista sobre tu identidad pues pretendo que mis lectores la averigüen preguntando porque ello difundirá más tu gesto. Enhorabuena y un gran abrazo compañero: D.M.

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