Documentales en el Festival de Cine

La calidad de los documentales era muy alta y se hicieron cortas las horas que permanecí ante la pantalla

M style="text-transform:uppercase">anuel, director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, me ha pedido que sea jurado en la sección Talento Andaluz, dedicada a los documentales. Dudé en aceptar debido a mi limitado nivel de conocimientos cinematográficos, pero acepté al fin porque lo que habría sido osadía con otro tipo de películas, quizá no lo sea en un género en el que prima el interés del tema tratado y la forma de hacerlo llegar al público. No me detendré en la parte protocolaria del photocall y del desfile por el escenario con el resto de miembros de los jurados en la Gala Inaugural, aunque quiero dejar constancia de la grata conversación con los expertos -ellos sí- allí reunidos.

Diversas circunstancias me obligaron a visionar en 24 horas cinco películas, todas ellas de más de una hora. Este atracón de cine, que a priori podría parecer una tarea dura, no lo fue en absoluto, ya que la calidad era muy alta y se hicieron cortas las horas que permanecí ante la pantalla. Lo cual dice mucho y bien del alto nivel de los realizadores en concurso. A la historia del Festival pasará solamente la ganadora de la sección -no sé aún cuál-, pero en mi opinión todas son merecedoras de alabanza y no me resisto a dedicarles unas líneas.

Alalá nos lleva a una Escuela de Arte en el barrio sevillano de las 3.000 Viviendas. La Fundación Alalá (alegría) propone a los niños, con notable éxito, que ocupen su tiempo de ocio en la música y el baile, concretamente en los ritmos flamencos. No he podido dejar de establecer un paralelismo con la Fundación Valdocco, de Huelva, que precisamente estos días inicia una nueva actividad, la Escuela de Música. Club de reyes cuenta la historia del Colegio Mayor San Juan Evangelista, el Johnny, de Madrid, isla de libertad en la última etapa del franquismo que catalizó las inquietudes intelectuales y políticas de la juventud más inconformista de la época. Gurumbé desvela un hecho histórico poco conocido: la importante presencia de esclavos negros, no sólo en la América española, sino en la propia metrópoli y, sobre todo, en Sevilla y Cádiz. La trayectoria del director de cine Miguel Picazo, iniciada con la magistral versión de La tía Tula, de Unamuno, es objeto de otro de los filmes. Finalmente, el documental que recorre Cien años de fútbol español aportará conocimiento y momentos de emoción a los aficionados y, de modo especial, a los del Recreativo de Huelva.

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