La docencia, como actividad dirigida a enseñar, ha existido desde los comienzos de la evolución humana. Sin la transmisión de conocimientos, ideas o pensamientos, no se hubiesen conocido otros modos de vida ni otras maneras de acercarse a la realidad. De ahí, que dedicarse a enseñar constituya una de las tareas más relevantes en la historia del hombre y que conlleve una de las responsabilidades más grandes de cuantas se puedan desempeñar en la vida. Se comprende que produzca algo de vértigo cuando un docente piensa en las posibles consecuencias de lo que hace y de cómo lo hace.

En general, los maestros no están acostumbrados a que se les agradezca el trabajo que desempeñan. Se da por hecho que la entrega y preocupación por el avance del alumnado va con el sueldo y no suelen estar habituados a ser felicitados por su labor. Será esa la razón por la que se valoran tanto los gestos de afecto del alumnado o cuando se valora socialmente el trabajo desarrollado. (Cabe destacar cómo, entre el alumnado universitario, va ganado espacio ese dar las gracias espontáneamente).

En este contexto, el que Huelva Información convoque anualmente el certamen de Onubenses del Año, ya es un acto de reconocimiento a las actividades que se contemplan. El que Educación ocupe una de las categorías, ya es una valoración de la misma y el formar parte de un grupo de personas nominadas para conseguir ese Onubense, constituye abiertamente un honor.

El trabajo de un docente no se limita a enseñar. El enseñar es inútil si no se consigue aprendizaje. De ahí que la docencia sea una actividad enormemente compleja y dependiente de tantas variables… Desde las capacidades y necesidades del discente hasta las estrategias empleadas o los criterios para evaluarlos ¿Cómo priorizar lo más relevante? ¿Cómo asegurar quién lo hace mejor? El Certamen del Onubense del Año lo deja en manos de los lectores del periódico que, con sus votos, deciden quién es el ganador o ganadora. Es decir, una vez conseguido el honor de la nominación, el reconocimiento queda en manos de los votantes. Por consiguiente, y después de agradecer al periódico la organización, sólo queda, por razones de justicia, dar las gracias más sinceras y más entrañables a tantos compañeros, tantos alumnos y ex alumnos, y tantas familias en pleno, por haber contribuido a conseguir un premio tan simbólico como compartido con los nominados y, sobre todo, con todos los maestros onubenses merecedores de dicho galardón.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios