Descubrimiento, encuentro, conquista,…

Conquista, invasión, son designaciones de realidades evidentes, pero llevan implícita la idea de confrontación

R style="text-transform:uppercase">íos de tinta han corrido para argumentar y defender las diversas denominaciones que se han dado a un hecho trascendente, gestado en lo que llamamos Lugares Colombinos e iniciado el 3 de agosto de 1492, cuando tres pequeñas naves zarparon del Puerto de Palos al mando de un marino genovés. Durante mucho tiempo, en España nadie discutía el término descubrimiento aplicado a la etapa inicial de lo que sería la conquista y colonización del continente americano. El nombre alcanzó su mayor auge con la celebración de los 500 años de la fecha en que los barcos arribaron a la isla de Guanahani. Se trata, por otra parte, del episodio principal de la Era de los Descubrimientos, que durante dos siglos impulsó a los navegantes europeos hacia los cuatro puntos cardinales, movidos por intereses políticos y económicos.

Coincidiendo con el quinto centenario la polémica se reavivó. La pertinencia de la palabra descubrimiento era cuestionada por muchos al considerar que supone una forma de menosprecio hacia los mundos indígenas, que pasan a ser sujetos pasivos del hallazgo por parte de los que llegaron, supuestamente superiores. En mi opinión, no se puede negar que la palabra corresponde a una visión unilateral y sesgada de los acontecimientos históricos. Si tenemos en cuenta que Colón aspiraba a llegar a los dominios del Gran Kan y estaba convencido de haberlo logrado, tal vez sería más acertado el vocablo de tropiezo, que proponía, con humor, el alcalde de Palos.

Dejando a un lado ocurrencias ingeniosas, una expresión que gana adeptos es la de encuentro. Es la elegida por la Diputación de Huelva para encabezar la celebración del 525 aniversario del Encuentro de Dos Mundos. Me parece equilibrada y adecuada. Conquista, invasión, son otras designaciones basadas en realidades evidentes, pero que llevan implícita la idea de confrontación. Colonización sugiere la imposición a las poblaciones autóctonas de formas sociales nuevas, por el hecho de ser las de los poderosos. En cualquier caso, lo importante es que seamos conscientes de que la llegada y asentamiento de españoles y portugueses a América, propició ciertamente situaciones lamentables -lo que, por otra parte, es denominador común en la mayoría de las páginas de la historia de la humanidad-, pero ha dado también lugar al encuentro y fusión de culturas, en sociedades multiétnicas llamadas al entendimiento.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios