BREVIARIO

Alejandro V. García

Derecho a la protesta

HOY habrá manifestación y el 29 huelga general. Medidas extraordinarias contra una reforma de dureza excepcional. Era la contestación previsible contra una ley de una severidad formidable. Acción y reacción. Todo parece formar parte de un guión escrito de antemano. Rajoy incluso ha predicho que la huelga fracasará y la reforma seguirá adelante. A los sindicatos, sin embargo, no les asusta el posible fracaso y mantienen la convocatoria. En esas estamos. Lo que sí resulta llamativo es que al margen de la opinión sobre la oportunidad de la huelga se estén insinuando en el ambiente político posiciones que cuestionan el derecho a la huelga o la existencia de los sindicatos. La ola de involución que avanza imparable arrastra todo lo que se interpone a su paso, incluidos derechos enraizados desde la Transición. No basta, al parecer, con oponerse a la huelga general; hay que desmontar para siempre la legitimidad de la contestación o del derecho a la existencia de las organizaciones obreras tal como ha sido en los últimos 35 años. En Almería, la ministra de Empleo Fátima Báñez, proclamó el otro día: "La situación de crisis es tan grave que España no está para huelgas". Dicho de otro modo, la crisis económica es de tal magnitud que equivale a un estado de excepción en el que ciertos derechos constitucionales quedan en entredicho.

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